Nuestro lenguaje está preñado de mitos griegos que aludimos sin reparo:
Ciertas expresiones convertidas en lugares comunes traen consigo el recuerdo de un episodio fabuloso, haciendo especial hincapié en las aventuras de un dios o un héroe: partir a la búsqueda del «vellocino de oro», «coger el toro por los cuernos», «huir del fuego y dar en las brasas», introducir en casa del enemigo un «caballo de Troya», limpiar los «establos de Augias», seguir el «hilo de Ariadna», tener un «talón de Aquiles», padecer la nostalgia de
«la edad de oro», colocar su empresa bajo «la égida» de alguien, observar la «Vía Láctea», participar en los «Juegos Olímpicos»... Otras, aún más numerosas, ponen el acento en un rasgo característico dominante de un personaje cuyo nombre se nos ha hecho familiar sin que sepamos todavía las razones de semejante éxito ni el papel exacto que de sempeñaba en el imaginario griego: pronunciar palabras «sibilinas», dar con una «manzana de la discordia», «dárse las de Casandra» o vaticinar malos augurios, tener, como Telémaco, un «Mentor», caer en «brazos de Morfeo» o tomar «morfina», «tocar el Pactólo», perderse en un «laberinto», un «Dédalo» de callejuelas, tener un «Sosia» (aquel criado de Anfitrión cuya apariencia tomó Hermes cuando Zeus vino a seducir a Alcmena), una «Egeria» (esa ninfa que, se dice, fue consejera de uno de los primeros reyes de Roma), estar dotado de una fuerza «titánica» o «hercúlea», padecer el «suplicio de Tántalo», pasar por «el lecho de Procusto», ser un «Anfitrión», un «Pigmalión» enamorado de su criatura, un «Sibarita» (habitante de la fastuosa ciudad de Sibaris), abrir un «Adas», blasfemar «como un carretero», lanzarse a una empresa «prometeica», una tarea infinita como la que consiste en vaciar el «tonel de las Danaidas», hablar con voz «estentórea», cruzarse con «Cerbero» en la escalera, cortar el «nudo gordiano», montar «al estilo de las Amazonas», imaginar «Quimeras», dejar «de piedra»,
como hacía «Medusa», «descender del muslo deJúpiter», chocarse contra una «Harpía», una «Megera», una «Furia», dejarse llevar por el «pánico», abrir «la caja de Pandora», tener «complejo de Edipo», ser «narcisista», estar en compañía de un buen «areópago»... Podría alargarse la lista hasta el infinito. Dentro del mismo orden, ¿somos conscientes de que un hermafrodita es ante todo el hijo de Hermes y de Afrodita, el mensajero de los dioses y la diosa del amor; de que una Gorgona evoca una planta petrificada como si hubiera cruzado la mirada de Medusa; de que el museo y la música son herederos de las nueve musas; de que se considera que un lince posee la vista penetrante de Linceo, el argonauta del que se cree que podía ver a través de una tabla de roble; de que los lamentos de Eco, Ia hermosa ninfa desconsolada por la marcha de Narciso, aún se pueden oír después de su muerte; de que el laurel es una planta sagrada en recuerdo de Dafne, y el ciprés, que puebla tantos cementerios mediterráneos, un símbolo de duelo en memoria del desdichado Cyparissos, que mató por descuido a un ser querido y nunca logró el consuelo...? Numerosas expresiones recuerdan también los lugares célebres de la mitología, el «campo de Marte», los «campos Elíseos» o, más secreto, el «Bosforo», que alude literalmente al «vado de la vaca» en recuerdo de lo, la joven ninfa que Hera, la esposa de Zeus, persiguió ciega de odio y celos después de que su ilustre marido convirtiera a su amante en una ternera para protegerla de las iras de su esposa...
Aunque ya no creemos en ellos su historia es tan poderosa que han pasado a ser marcas muy vendedoras, tal es el caso de Nike o Hermès . La marca lleva el nombre de su fundador, Thierry Hermès. El atractivo de nombrar una marca después de un dios consiste en la asociación de la marca con las virtudes del producto o servicio.
Jeff Bezos, fundador de Amazon, eligió el nombre porque Amazon es el río más grande del mundo y podría funcionar como un símbolo de la amplia selección de libros de la compañía. Pero el río obtuvo su nombre de la mitología griega. Las amazonas, raza de mujeres guerreras conocidas por su ferocidad en la batalla.
Oracle Corporation, una de las compañías de software más grandes del mundo se aventura a nombrarse heredera de los adivinadores más famosos de la antigüedad. Del mismo modo, las cámaras Olympus se autonombran a partir del monte que alojaba a los dioses.
La palabra "troyano" en honor a los legendarios guerreros, se ha convertido en sinónimo de coraje, fuerza y perseverancia, presumiblemente todas las características que desea en un condón. Ajax fue un heroico guerrero griego que ganó fama durante la guerra de Troya. Hoy, el valiente Ajax es mejor conocido como un producto de limpieza. Mantiene nuestros lavabos y baños limpios. Y Orion Pictures es un estudio de cine de Hollywood una constelación de estrellas de la pantalla.
Pandora la responsable de abrir la caja de todos los males que aquejan al hombre, es ahora un servicio de transmisión de música, adquirido recientemente por Sirius. Lo mismo que una marca de joyería digna de la curiosidad y belleza de las herederas de esta primer mortal.
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