Regina Freyman, como usted ve, no solo es una guapa mujer. Es también una persona que ha caído en el embrujo de la televisión. Cada que puede, y si no puede ve como pero puede, mira los programas infantiles, los de recetas culinarias, también los de chismes y hasta los talk shows. Por supuesto ella se entusiasma, discute y arrebata la palabra frente al televisor cuando observa y escucha los noticieros y las mesas de discusión.
Nada se le escapa, porque hasta los comerciales mira u si de una saga policiaca se trata, pospone las urgencias de la carne hasta no presenciar el desenlace: “Aguántame tantito mi amor, van a matar a la güera”, dice Freyman a su impaciente, pero sin duda comprensivo esposo.
Ella compartirá con usted todo lo que ocurre en el televisor. Mostrando sus obsesiones, también le mostrará sus emociones, sus críticas y sus frustraciones (ya lo hizo hace unos meses defendiendo la infidelidad). Freyman dira todo lo que le acontece frente al televisor, que es el aparato desde donde ella hace girar su vida, por eso se confieza teleadicta.
Día 1-La niña de Poltergeist
Día 2-Hormigas electrónicas
Día 3-Nostalgia por mi tío
Día 4- El esperpento
Día 5-Vivir en la pantalla
Día 6-Pulgas, golosas
Día 7-Hoy platique con mi tele
Día 8-Cuando hay amor, el nombre sobra
Día 9-Carita de ángel
Día 10-Apología del medio
Día 11-¡No contaban con su astucia!
Día 12- A quien corresponda
Día 13-Dimención desconocida
Día 14-Reir para olvidar
Día 15-Milagros
Día 16-La ventana indiscreta
Día 17-Esta noche será distinto
Día 18-Burbujas
Día 19-El eco
Día 20-Cuna de lobos
Día 21-¿Nuevos héroes?
Día 22-Brujas
Día 23-Tiempos mejores
Día 24-Locura
Día 25-Mientras dormimos
Día 26-Televicio
Día 27-Infiel
Día 28-Biografia I
Día 29-Biografía II
Día 30-Nueva Scheherezada.
La niña de poltergeist
Día 1
Antes de morir, le preguntaron a Robert L. Rypley (Famoso por su caricatura Belive it or not, que posteriormente dio pie a un exitoso programa de televisión) qué libros llevaría consigo si fuera exiliado a una isla desierta. Rypley empacaría: La Biblia, La buena tierra de Pearl Buck, ls miserables de Victor Hugo, La máquina del tiempo de H. G. Wells y Aunque usted no lo crea de él mismo. La misma pregunta e intentado hacerla a diferentes personas y he de confesar que la respuesta más práctica y socorrida es otra pregunta ¿Qué no me puedo llevar mi tele? Lo que me hace pensar que tal vez si Robinson Crusoe se hubiera llevado una televisión, no hubiera conocido a Viernes y desde luego jamás habría llevado nombre de día y quien probablemente envidioso ante el sofisticado aparato hubiera perdido su condición de buen salvaje; los británicos tal vez hubieran cobrado un mayor respeto por los nativos de las colnias.
Puedo decir que pertenezco a la generación de la televisión, es decir, los que nacimos con ella y hemos visto como ha sido paulatinamente desplazada del centro de la sala. Ya no es objeto de tributo ante el cual se guarde completa atención y silencio. Actualmente la tv, es una compañera parlante con la que nos vestimos, comemos, peleamos e incluso hacemos el amor delante, detrás o encima de ella, interrumpiendo a momentos: “Aguántame tantito mi amor, van a matar a la güera”.
El poeta cubano Severo Sarduy expresó alguna vez que le conmovía pensar que, al llegar a su cas y encender la luz, millones de personas en ese preciso instante la encendían también ¿Cuántas personas encendemos el televisor y sintonizamos el mismo canal a la misma batihora? Generando miles de pensamientos distintos, tanto como individuos. Sarduy dijo también que la poesía era un caracol o un rectángulo de agua; la televisión, me permitió decir, es un rectángulo de líneas de color, el refugio de miles de personajes y de cuentos. Si no me crees preguntale al niño cuya primera acción ante el asombro es mirar por la parte posterior de la caja, para espiar a los señores que viven ahí.
Imaginándome en el exilio, naufraga como Crusoe, con la tele como única compañera, escribo notas que viajan en una botella. Con más pericia que Gulligan intentaré comunicarme con el mundo exterior, no sea que en una de esas la tele me atrapey quede ahí como la niña de Poltergeist.
Otra mujer en la mesa se llamaba Mónica (su nombre salió tan pocas veces a cuadro qu9e no pude ver su apellido) la pobre temblaba como hoja. En fin, Castañeda hablo de muchos qués pero de muy pocos cómos (¿Cómo documentaran a los indocumentados?).
Me voy a dormir, el guionista de mis sueños exhibió anoche los cortos de mis sueños de hoy, parece que se ve un genio hermoso que puede cumplir todos sus deseos.
Hormigas electrónicas
Día 2
Tanta televisión me está afectando, sueño en tecnicolor y pienso que tal vez un guionista distante escribe mis sueños. Antes de despertar, los ojos se me llenan de hormigas electrónicas, abro ls ojos y la tele se ha encendido. Chabelo, un niño de 180 años trae a mi memoria todas las infantiles mañanas de domingo en que la catafixia y el paquete en familia representaban un tesoro casi inalcanzable. Sufríamos cada vez que en lugar de la avalancha y sala de Muebles Troncoso, el concursante recibía un burro y un montón de paja.
Chabelo con ojeras hasta el piso y una voz aguda que desentona con su cuerpo, sigue y sigue como el conejo de las baterías energizer...
Variaciones sobre el mismo tema, el cubo de Donalu y el programa de Tatiana. Mujeres vestidas de niñas complacen a los niños y a sus padres con minifaldas que revolotean por el aire cantando canciones de Cri-cri o nuevas composiciones no muy originales. Me pregunto qué habrá sido de Cortes, ese compositor de mi infancia que tenía canciones buenas como aquella de: El mundo es una bola de agua y tierra y somos como polvitos así chiquititos... no cabe duda, no siempre es justa la vida y los entretenedores de niñas como Andrade suelen tener mayor éxito.
En el programa de Adela Micha, Mujeres trabajando, el tema fue las dietas como propósito para el nuevo año. Lo mejor de todo fue una gorda apodada la bodoquito, que a pesar de todos los argumentos estéticos y de salud con que trataban de persuadirla de las bondades de la delgadez, insistió en aquello de barriga llena, corazón contento.
¡Qué tristeza, de nada me sirvió permanecer sin camisa noventa minutos! El Toluca empató.
He pensado seriamente en la política exterior después de oír a Castañeda en Zona Abierta, aquello de frontera abierta con los Estados Unidos suena sensacional. Tal vez yo pueda hacer lo mismo con la empleada de mi casa, desde mañana le diré: Panchita, mi casa es la tuya, tienen libre paso tus quince hijos y tú, lléguenle al refri, échense un baño en la tina, etcétera.
Por cierto, que difícil es criticar una página en blanco, ahora que todo son lindas promesas, como país de primer mundo. Ojalá al interior también tengamos vidas de primera, porque eso de limpiar la pura fachada... a Castañeda se le vio en todo momento confiado, debo confesar que su problema con las erres me inspira algo de ternura, lo que si me sorprendió fue su constante duda sobre la acentuación de la palabra regímenes. Lamentablemente fue que no le hubieran puesto en la mesa a gente de la talla de Rafael Segovia, pues aunque Denisse Dresser hizo su mejor intento por cuestionarle, me dio la impresión de ser precipitada y poco profunda. La otra mujer en la mesa se llamaba Mónica (su nombre salió tan pocas veces a cuadro qu9e no pude ver su apellido) la pobre temblaba como hoja. En fin, Castañeda hablo de muchos qués pero de muy pocos cómos (¿Cómo documentaran a los indocumentados?).
Me voy a dormir, el guionista de mis sueños exhibió anoche los cortos de mis sueños de hoy, parece que se ve un genio hermoso que puede cumplir todos sus deseos.
Día 3
Nostalgia por mi tío
Con lágrimas en los ojos me sumergí en las “caris”, chapoteé con Aquaman y trepé hasta la lámpara con El hombre araña. Y digo con lágrimas pues extraño a mi Tío 8por cierto hoy te platicaré mucho de mis tíos), por si no has adivinado se trata de mi Tío Gamboín. En un arranque apasionado corrí a la computadora para escribirle aquella carta que jamás le llegó. Por este medio la envío con la esperanza de que un ángel cibernético la reciba y se la haga llegar más alla del ciberespacio, ahi por el cibercielo.
A ver qué te parece:
Querido tío Gamboín:
Aunque nunca pertenecí a tu club, siempre me esforcé por integrarme a tu destacadísimo cuadro de honor, vencí miles de obstáculos y evité amistades perniciosas para jamás caer en el temible cuadro de horror. Don Gato y su pandilla llenaron mis tardes de hastío; Señorita Cometa ha sido, gracias a ti, un modelo a seguir, y aun cuando no le hago al japonés me las veo en chino siendo maestra de cientos de chamacos ¡como soñé ser mencionada el día de mi cumpleaños! Oír las mañanitas al ritmo de Pachón y Salchichita. Tarde tras tarde mis ilusiones se apagaban con la luz y los cantos de La familia Telerín (que nunca se pareció a la mía). Aprendí obediente el saludo de del cinco, pero a tu muerte ni Rogelio Moreno ni La Calaca Tilica y Flaca lograron llenar la pantalla, hoy sólo me resta decirte a varios años de tu definitivo adiós ¡qué Pokémon te viste por no mencionar siquiera mi nombre! Ya nos veremos en ultratumba donde con gusto te cantaré aquella canción que dice así: El carrusel se va a caer y todos ls niños se van a matar...
Atentamente
La miss
Por favor, no l tomes con gracia, para mí es muy serio, si puedes sugerirme algo más para mejorar el comunicado, estoy abierta a cualquier consejo (sub Marcos, entre marcha y marcha héchame la mano).
Volviendo a los tíos también recordé esta tarde al tío Carlos. Resulta ser que cuando yo era niña el se encargaba de doblar los programas extranjeros al español. Tan buen trabajo hacían en aquella compañia (si mal no recuerdo se llamaba Cinsa) que hasta la fecha grito como loca cállense ahí está la voz del tío Carlos. Me encantaba ir a ver a las voces de los Ángeles de Charli, que muy poco se parecían a sus imágenes; a María Antonieta de las Nieves (La chilindrina) que podía lograr el prodigio de doblar carios personajes al mismo tiempo; O Arvizu, el Tata del cocol, que era Pedro Picapiedra y su amigo Pablo. Mis voces favoritas eran las de Víctor Alcocer y Sergio Bustamante, cuántas veces soñé y sueño (por qué no) que doblan a mí príncipe azul. Se requiere pericia para lograr empatar voz, labios y adaptar la traducción sin alterar la idea.
Las chicas superpoderosas, me encantaron. Son unas super heroínas menores de edad y mujeres que abandonan el Kinder para partirle su mandarina en gajos a quien decida contrariarlas. He decidido unírmeles, me llamaré la chica telepoderosa.
Eeeso es toooodo.}
El esperpento
Día 4
Divinas palabras es una maravillosa obra de Valle Inclán, en ella, como en muchos otros de sus libros, el autor nos muestra la belleza de lo feo, la sórdida exaltación de un mundo terriblemente humano. El famoso esperpento que desafila entre sus páginas no se enfrenta al espejo de aquello que deseamos ocultar, es la exageración misma, la aglutinación desbordada del espanto. De la obra citada, bellas palabras (por sólo destacar algunas) son las que componen el cuadro de aquel idiota amorfo que babea amarrado de una carreta, mientras que ls destellos solares se reflejan en su espesa baba. El fenómeno es exhibido de pueblo en pueblo para obtener ganancias, entonces entre muchas cosas otras preguntas que se desprenden del texto, uno se pregunta quién es el esperpento, el monstruo o aquellos que sacan provecho de su desgracia.
El programa “Hasta en las mejores familias” me dejo exhausta. No hay nada digno ahí, ni siquiera como espectáculo. Es un circo de fenómenos ridículos, un desfile saturado que cae en el exceso. Se pierde la vergüenza, la dignidad, la congruencia y hasta la piedad. Las historias son barrocas y convulsas, por tanto falsas. Los verdaderos hombres y mujeres cuya patética realidad o amor propio los orilla a fungir como payasos que no se ríen de sus chistes (ni siquiera los entienden), seguramente tienen una vida que contar, pero el aderezo de escándalo los hace una caricatura de sí mismos. Los insultos encubiertos, la mezcla de gritos que en nada se parecen al diálogo, hacen de la pantalla un Caleidoscópico basurero. Triste es la mano del titiriteto, que hace que el espectáculo gire en su provecho y más aún el público morboso que aplaude y ríe untándose como bálsamo, ante los propios pecados, la desgraciada farsa de micos de cilindrero.
La belleza tras el esperpento, es la que logra conmovernos o violentarnos, incluso revelarnos y maldecir ante la injusticia. En este programa, por el contrario, el exceso escandaloso acaba con el asombro.
Vivir en la pantalla
Día 5
Figuras de luz, personajes de cartón entes planos sin dimensión humana. Así parecen ser los hombres que viven dentro de la televisión. El televidente los mira con asombro, a veces con veneración, algo en su cabeza parece sugerir que, emparentados con la caricatura (no en sentido peyorativo) su vida se enciende con una chispa expansiva con la pantalla y todo se interrumpe al presionar un botón. El personaje es real, mientras su historia discurre en la sala de tv, está vivo si se ve cobijado por el ojo del auditorio. La mirada que otorga certeza a la ficción. Al hombre y a la mujer de la tele les corren cables eléctricos por las venas, de ahí su luz.
El 7 de Junio de 1999 mataron a un personaje: Paco Stanley. El día de su entierro miles de fanáticos atiborraron el panteón. Los familiares del actor querían sosiego, y es que la muchedumbre no comprendía que en su dolor los Stanley sólo ansiaban un poco de soledad.
A partir de la muerte de Paco, comenzó una nueva historia, más espectacular incluso que las que protagonizara en vida. Por vez primera cedía el protagónico a sus compañeros y él, como en el juego de mesa ¿quién es el culpable?, pasaba a ser la carta sin juego. Aquella que permanece estática en un portarretratos sobre la chimenea. Testigo mudo que esperaba que el crimen sea resuelto. Esta vez la historia policiaca invadió los noticieros más de598 capitulos estelarizados por el cocinero mitómano, la joven rubia, el mejor amigo, el sospechoso común alias el cholo, el chofer, el asistente y el narcotraficante (Personaje que no ha de faltar en las tramas actuales).
Por otro lado avanzan contra el tiempo “Los paladines de la justicia” encabezados por el procurador (en lugar del detective y su atractiva Vocera. A distancia, ls hombres de blanco (Comisión de Derechos Humanos) vigilan los acontecimientos. La trama avanza: ¡Todos culpables! Sentencia enérgico el procurador, mientras la vocera explica:
--- dididijo el cocococinero que vío a la güera. Sí, de pel chino, pero alaciado.
Los hombres de blanco estudian el caso y emiten una recomendación: Suelten a la güera, el cocinero miente y no hay más pruebas.
El villano del billar se aferra al caso, todos se le han cebado, piensa en IBM y arremete con energía. No acepta ninguna recomendación. Del billar sale de escena, llega un nuevo procurador y un juez valiente declara la inocencia de los acusados.
Todo es algarabía, los protagonistas regresan a sus casas. Mayito sale y abraza a su esposa mientras un grupo de telespectadores gritan gallinazo, gallinazo. Si en ese momento, Mario se hubiera separado de su esposa para bailar lanzándose al piso y moviendo los brazos, todo es ficción y ese es le final perfecto para la farsa televisiva.
Pulgas, golosas
Día 6
“una pulga chupa tu sangre, chupa la mía, en ella se junta nuestra sangre. Salvemos a la pulga ahora que somos más que esposos”.
Brinqué como pulga sobre la cama, absorta ante el mundo de esos pequeños insectos. El canal 22 exhibió un magnífico documental sobre las pulgas. Triste es admitir que el progrma era francés, pero de él se pueden sacar estupendos ejemplos de cómo hacer que un documental sea divertido. El programa recorrió el mundo de ese animal desde su anatomía, hasta su connotación erótica en el siglo XIX.
La pulga humana es la protagonista de los famosos circos, desafortunadamente cada vez hay menos y ha tenido que ser sustituida por la pulga de gato que no es tan talentosa. El hombre las ha ido exterminando sólo por ser transmisoras del tifus y la peste bubónica, el pulgo, es decir, la pulga macho, tiene la virtud de paralizar a la hembra mediante unas ventosas y pueden copular por horas. En el arte, múltiples son los cuadros que muestran doncellas con atrevidos camisones buscando a la pulga que les picó.
El fin de semana vi el programa que se llama Hoy, sus cápsulas son aburridas y carentes de contenido, aun cuando los temas son dignos de ser explorados, faltan investigaciones más serias, cuyo abundante material proporcionará seguramente, la alternativa lúdica. Me sorprendieron positivamente los comerciales de presidencia de la República, la producción es estupenda, el copy y el Ginle también. En el se muestra el México soñado. Un espacio plural habitado por viejos y jóvenes; gente de colores y religiones diferentes. Lo mal es que se parece a uno de Sabritas, donde Mijares canta que sabritas es el sabor de México. A mi como que se me antoja que nuestro presidente ya nos deje provar e producto en acción, como quiera a las papas las conozco y me gustan. Más ingenioso que los anteriores, y desde luego su antídoto, es un comercial de sprite, donde se muestra una situación riesgos y un hombre parecido a Clark Kent corre a una cabina telefónica. El cliché nos orilla a pensar en super man, sin embargo de la cabina sale el hombre vestido como travestí, se aproxima al lugar de los hechos y grita solidario junto a las mujeres asustadas. El eslogan es algo así como: “que no te apantallen sprite sí quita la sed” lo más probable es que nuestro presidente tampoco sea superman aunque muchos ya exclaman: es un avión, es un ave... espero de todo corazón que cuando vea aproximarse al contingente zapatista no corra a una cabina telefónica y mejor se decida a hacer política, después de todo los refrescos quitan la sed y los políticos deben hacer política.
El procurador sería castigado con enseñar a jugar ajedrez a la vocera y el cholo se hubiera regresado a los States, cortesía de Eléktra para rdar su película con CVS. La realidad es que cinco vidas dejaron tras las rejas 598 días sin estrenar. Como ellos muchos hombres inocentes purgan condenas inmerecidas. Las historias en tv tienen villanos grotescos y dulces víctimas, las emociones de los teleadictos se dilatan y lloramos o reímos, incluso brincamos. Todo acaba al apagar la luz y retornamos a la realidad, aquí debemos apelar a que las leyes y su justicia se modifiquen para procurar historias mejores. Un hombre murió; una muchacha y tres hombres fueron privados de su libertad ¿dónde está el asesino? ¿Dónde está el procurador de criminal negligencia?
Y a lo lejos, desde el rectángulo de imágenes, un personaje se acerca del fondo de la irrealidad su mano emerge hasta mi cama, atraviesa la pantalla de cristal como si fuera de agua, me arrebata el control y se apaga.
Hoy platiqué con mi tele
Día 7
Hoy vi a mi tele apagada. Me molesta verla así, ella tan ruidosa, activa e ingeniosa. Tomé una silla y me senté a su lado, le hablé de las bondades del psicoanálisis para descubrir aquello que nos aqueja en lo profundo del inconsciente. Ella menciono que tanto sufrimiento, tanta violencia y desde luego las incongruencias del amor la tenían francamente, aburrida. No entiendo, le dije. Entonces explicó con detalle: tanto la violencia como el sexo gustan al espectador, pero hay quienes llegan al exceso, me tratan con tan poco respeto, combinan a su antojo de programa pegostendo una serie de escenas de muy mal gusto. Un espantoso collage de sangre y cuerpos al desnudo que me marean y me confunden terriblemente, provocando en mí problemas de identidad. Ese recurso hoy conocido con el nombre de Sapping me va a llevar a la locura, se yuxtapone una trama con otra y por ello no sé quién es quién, de pronto una pareja hace el amor y al segundo un cuerpo cae al piso sin vida.
Es verdad que el erotismo y la violencia tienen sus convergencias, pero sólo a alguien enfermo le producen la misma exitación. Ahora lo que más aburrida me tiene es el concepto amoroso tras las telenovelas. Primero que nada resulta que sólo son ejemplares o dignas de acceder a la pantalla aquella que muestran el romance entre seres hermosos, según entiendo, es una herencia platónica pensar que el objeto amado debe tener una apariencia bella. A veces como diría Saint-Exupéry la verdadera belleza es invisible a los ojos. Es cierto que hay una telenovela venezolana que se llama Betty la fea, pero aunque es un avance no es suficiente. Resulta que es una bonita disfrazada.
Emparejada con esa concepción de amor y belleza, va aquella que víncula la pasión erótica con la juventud. Casi todas las historias tratan amores juveniles, claro está que el deseo social y trascendental de la procreación mucho tienen que ver, pero, ya basta de los cuentos de Cenicienta. la pasión es caprichosa, no tiene momento oportuno, ni pide cita por adelantado. Algunos esquemas comienzan a romperse, ejemplo de ello fueron las novelas “Mirada de mujer” y “Todo por amor”
¡Los estereotipos me matan! La buena ingenua y tonta; la mala atractiva y sexualmente promiscua; los ricos abusivos, los pobres desvalidos; las mujeres generalmente pasivas, los hombres que detonan la acción y no puede faltar un villano fenomenoide que encarna la fealdad del mundo y toda la infamia. Este mundo maniqueo es cada vez más predecible, aún cuando los nuevos guinistas se esfuerzan por romper estos moldes, ahora han impuesto uno nuevo: ser espejo de los noticieros.
Así pues, el narcotraficante, los secuestradores (primos de los anteriores), los políticos corruptos, los enfermos de SIDA ingresan al club de personaje telenovelero. En su afán por retratar la realidad, los guiones son cada vez más rebuscados, presentan por ejemplo una familia en donde una hermana es prostituta, el hermaon drogadicto, a la menor la secuestraron; la familia para colmo, ha venido a menos porque el padre murió de un ataque cardiaco al descubrir que su mujer era amante del portero, quien encima de todo, es alcohólico.
Bueno, dije yo, háblame ahora de tus sueños. A veces sueño, comentó melancólica que aparece un escritor capaz de matar a la telenovela, algo así como un Cervantes que con su Quijote acabó con la novela de caballería y trascendió a la novela. Hay no manches, dije sorprendida. Tu misión es entretener y si la gente quiere por quinceava vez la versión de la sirvienta y el patrón estelarizada por Thalia, que por supuesto se llamará Mari algo, no te queda más que complacer. Recuerda que tú vendes tu amor a los anunciantes que a su vez seducen al comprador potencial, ni modo chula, pueblo de jodidos, ya lo dijera un hombre célebre. Algún día presentaré la alegre vida de una gorda sesentona horrenda y mandona que hace muy feliz a cinco hombres distintos que aceptan pertenecer al harem. La acción y los ambientes serán cotidianos, una comida de domingo donde no pasa nada, el peor de los sufrimientos será tener que ir a trabajar los lunes. Una venganza perfecta para todas aquellas señoras y señores que no dejan de mirarme y a pesar de ello me llaman caja idiota.
Ya no estés deprimida le dije con cariño, la prendí y juntas nos aceleramos a mil por hora.
Cuando hay amor, el nombre sobra
Día 8
El guionista de mis sueños apareció de nuevo esta noche, y mientras me disponía a escribir, me quedé dormida. Él me contó una triste historia de televisión, como es un poco posesivo me ordenó la transcribiera:
Obsesionada por el porvenir incierto de un destino nublado, acudía insistente a consultar la bola de cristal, hacía del Tarot su psicoanalista y de la taza de café su guía espiritual. Había recorrido el pueblo entero en busca de su futuro, el que, según ella, le había robado un cantante, quien entre las sábanas y tarareándole al oído aspiraba con sus besos y arrancaba con sus caricias el mañana; él lo empacó entre sus calzoncillos y se fue de gira a otra cama. Ella, títere de los astros, corría cada martes a la misa blanca, que la despojaba del mal agüero.
No salía de su casa sin su collar de protección, hecho de polvos de fortuna, madera de conquista, aroma de lujuria y sobre todo mucha hierba de fe. Un día los brujos se alinearon y coincidieron en un mismo diagnóstico: un muerto cargas sobre tu espalda y sus pesadas cadenas arrastras culpas que no te dejan avanzar. Cada uno de ellos recetó un ritual distinto para ahuyentar al espíritu. Con la promesa de que la música entraría de nuevo a su vida, empezó por barrer cada rincón de su casa empujando un coco que absorbía al fantasma, después lo arrojo corriendo contra una palmera y listo, espíritu liberado.
Ancado de rodillas esparció vino de consagrar con los ojos en blanco y con la otra mano se rompió la espalda a punta de perejilitos. Termino el ritual con un baño de gordolobo y mejorana para purificar su alma y se ungió el pecho con un aceite milagroso. Liberada del espectro se sentó frente al televisor, hizo del su mundo y de sus estrellas sus amigos. La traición perpetrada por el mundo real la orillo a construir una burbuja de cristal. Juro jamás volver a amar.
No contaba con que su propensión romántica la haría volver a caer de nuevo, esta vez enamorada de Jorge Eduardo protagonista de la telenovela contorna. Nunca antes se había arreglado con aquel afán, se metía entre las sabanas seductora y perfumada, dialogaba con el ante el receptor, jugaba el papel de la actriz principal, incluso lo besaba apasionada y llego a pensarse embarazada. Su tendencia al romance no estaba sola, se hacía acompañar por la tragedia. Así un día el televisor se descompuso. Al fin reparado el aparato, se dispuso a esperar el devenir de su mejor futuro, sin embargo ya era demasiado tarde, una vez más el desenlace se había llevado a cabo sin su presencia. Desconozco el nombre de la mujer y no eh querido bautizarla, tal vez tú la conozcas, si le pongo un nombre arbitrario la condeno a ser, tal vez, un personaje, cuando en realidad se trata de un espíritu onírico que habita el desconocido pero innegable mundo del sueño.
Carita de ángel
Día 9
Confieso que siempre me gustaron las historias de Mafalda, pero confieso también que de entre todos los personajes de Quino, era ella la que peor me caía. Su precocidad y altruismo rallaban en la cursilería, era como un adulto fenómeno que habitaba en el cuerpo de una niña. Pienso en Felipe y Susanita (una cursi convencida), incluso en Manolito y creo, que en el fondo debían odiarla. Eso de jugar a salvar al mundo y ver noticieros a los ocho años, debe ser francamente insoportable. La tira cómica, me llevan por los canales de televisión hasta la versión moderna de mundo de Juguete: Carita de ángel. Iniciar al niño en el basto y muy latino mundo de la telenovela es empresa provechosa, ellos, fieles televidentes también representan un jugoso y compulsivo grupo de consumidores dispuestos a adquirir, previa la manipulación paterna, toda la parafernalia relacionada con el héroe del momento. La trama de Carita de ángel funde en el delicado ser de una niña, la odiosa actitud del adulto chiquito, la absurda filantropía infantil (el niño es egoísta por naturaleza, aun cuando llega a tener grandes destellos de nobleza) y una capacidad maquiavélica digna del espanto. Bajo la carita celestial se esconde la versión real más parecida a un episodio de la dimensión desconocida, donde un tiránico infante mantiene como rehenes a un grupo de adultos en una mansión salida de toontown, les obligaba a comer cereal como plato fuerte y a mirar caricaturas el día entero. Retomando lo antes dicho, estas novelas contribuyen a fomentar el culto al niño.
Después de haber sido ignorados varias generaciones, resulta que, actualmente, la vida familiar gira entorno de los hijos. Los adultos repletos de culpas conceden en desmedida, pero no afecto. Convencidos de que los chicos lo merecen todo, se hace hasta lo imposible por que posean todo aquello que miran por televisión. Así, no tener el patín de moda podría causar en el niño la ansiedad suficiente para frustrar los sueños paternos, pues es detrimento de su seguridad personal, el infante señalado por la falta de posesión del artefacto, jamás accederá en el futuro, al puesto ejecutivo largamente anhelado. Ya iniciado en la larga y onerosa carrera del consumo, el menor amplía sus colecciones pasando de los Disney-monos a los Pokemones hasta cambiar los brazos redondos por relucientes tarjetas cuadradas “Con el poder de tú firma”. Los Micromachines sueñan en transformarse en macro Mercedes y como desgraciadamente a este selecto club ingresan los menos, desarrollamos adultos altamente frustrados que no conocen mejor paisaje que el de un centro comercial.
Los niños son atónicamente hermosos, su entusiasmo desbordado eleva por los cielos a quienes lo rodean. Idealizar la infancia es un mal de la nostalgia, igual que nosotros deberán pasar por el pesado trance de crecer y comprender que, el control, hasta el de la tele, hay que ganárselo.
Apología del medio
Día 10
Querida caja de imágenes, en defensa tuya hoy tengo mucho que decir. Se te acusa de manipular; de fomentar el consumo y la enajenación; de atarantar la abstracción mental; de reducir el seso. Antes que a ti, se condenó a la palabra, primero expresada oralmente. Así en boca de Sócrates y hasta de Jesucristo, la retórica fue un recurso subversivo y corruptor. Después la palabra escrita plasmada en los libros que actualmente tanto defendemos fue perseguida por la Santa Inquisición. Baste recordar: hogueras condenatorias de valiosos volúmenes; al insensanto clérigo y necio médico, amigos de Don Quijote, que atribuyeron a los libros la magnífica demencia de Don Alonso Quijano, Huxley imaginó un futuro donde leer era un delito.
Hoy es contra ti querida televisión. Tu culpa y único pecado: proyectar al hombre. Al culparte te otorgan un poder sobrenatura, aun cuando en el mismo nombre llevas la culpa: medio.
Si lo piensas, absurda es la inscripción que en letra minúscula llevan cientos de productos “El exceso en el consumo de este producto es nocivo para la salud”. Todo exceso es nocivo sino fíjate en la medicina que en desmedida es droga. Pero para advertir a los incautos tendremos que colocarte esa leyenda.
Eres hija del cine y la radio, nieta entonces de la pintura y el teatro. Tus excesos no son los tuyos, son los de aquellos que enti quedan prendados, delante y detrás, los que te miran y los que te usan en su provecho. Por ti viajo sin moverme, por el mundo y por el tiempo, por la realidad y sus comarcas fantásticas, espejo eres de mi historia, de mi tiempo y sus aconteceres, espejo eres al fin de mis excesos.
Postdata y punto no tan aparte.
He leído y escuchado la apología de Samuel del Villar, quien atribuye el fallo del juez Santa Anna contra los implicados en el caso Stanley, como un ingrediente más es una campaña de desprestigio a su persona promovida por televisión azteca. La enemistad entre las partes es evidente y tiene su historia. La culpabilidad o no de los ahora liberados, a ciencia cierta, sólo ellos lo saben, pero más alla de sentimentalismos, de campañas o espectáculos, existe una prueba irrefutable: la falta de pruebas.
Día 11
¡No contaban con su astucia!
El aburrimiento es un mar negro como la nada, proyecta una sombra larga, que oculta bajo su opacidad toda fantasía. Con un símil del estil, Michael Ende busca recordarnos que la imaginación amparada por el mundo de los cuentos se ha ido desvaneciendo cubierta por la capa del olvido. Una de las acepciones de la palabra aburrir según el diccionario de la Real Academia Española es: “exponer, perder o tirar algo estimándolo en poco. Dícese especialmente del tiempo que se invierte o del dinero que se gasta en cosas de dudosa o poca utilidad”. Toda esta reflexión surge de la pregunta que se hace Carlos Monsiváis en su libro Aires de familia sobre quién determina lo aburrido de lo divertido en la televisión mexicana, de dónde se obtiene la analogía: diversión. –no pensar. Existe la creencia de que es divertido todo aquello que procura el pensamiento de bajo impacto (por decirlo de algún modo) pensamos entonces a los sentidos como si fueran terminales electrónicas que se conectan a la pantalla chica, provocando que las funciones cerebrales se abandonen a ésta. Lejos de la extrema tesis de que el estado fomenta que el auditorio desconecte la capacidad de análisis y la capacidad de abstracción para convertirnos en “Borregos”, como diría la Trevi, debemos considerar si lo que vemos satisface el ejercicio de nuestra imaginación y provoca nuestras fantasías creadoras, pues como decía Hume “La diversión busca naturalmente objetos fuera de sí, objetos que puedan dar una sensación vivaz y pongan en movimiento nuestras capacidades”.
¿Quién creó a los creadores? Es el título de un libro ideal para hacer una disección minuciosa sobre qué apoyos y a quién se le otorgan en la creación de programas televisivos. Partiendo de la existencia de las dos concesionarias de la televisión privada, debemos preguntarnos, qué tanto se fomenta la creación de series que proyecten nuestra personalidad como país (Nada que ver con el patriotismo, más bien, con una cuestión de identidad). Que, tanto se obedece irreflexivamente y por pereza la fórmula extranjera en particular a la norteamericana. Por último en qué medida estos programas nos divierten poniendo en acción nuestras capacidades, o simplemente acudimos a ellos por falta de opciones.
Pocos programas son capaces de llenar en este sentido las expectativas. Sin concederle todas las virtudes quisiera destacar el programa El chavo del ocho cuya victoria temporal ha trascendido fronteras y generaciones. La figura del Chavo, Quico, La Chilindrina, Don Ramón, etcétera, parecen revividas del pasado con una fuerza apabullante.
Los niños imitan los diálogos, compran las gorras e incluso acuden a ver a la quincuagenaria Chilindrina al circo. La vecindad y quienes ahí habitan son personajes que emergen de una de las fases de la realidad mexicana: el niño de la calle, la solterona, el desempleado que no tiene para pagar la rente, en fin, personalidades de la realidad cotidiana. Cierto es que este programa fomenta los valores sociales, aunque a momentos Chespirito se deja seducir por el melodrama y el abuso por la repetición. Aquellas obras que logran un triunfo diacrónico representan en alguna medida un poco de nuestra identidad social pues son de este “clásico” no a sentado precedentes en las series cómicas y la copia a modelos de importación aniquila la búsqueda de nuestra creatividad.
¡No contaban con su astucia!
Había una vez es el principio de todos los cuentos. De entre ellos El príncipe feliz de Oscar Wilde era uno de mis favoritos. Desde lo alto de su pedestal, la estatua del príncipe miraba a todo el pueblo. Testigo de la desgracia lloraba en silencio la desdicha ajena hasta el día que pidió a la golondrina auxilio para darse a los demás. Su inmóvil existencia cobró sentido el día en que pudo aliviar la pena del otro enviando una parte de su valiosa anatomía para comprar la cena del hambriento o aliviar el dolor del enfermo. ¡qué sentido tenía ser una impotente estatua de oro y gemas preciosas mientras un pueblo entero padecía pobreza, hambre y enfermedad! La golondrina arrobada ante la nobleza del príncipe decide no emigrar y muere a merced del frío invierno. El príncipe, perdida su opulencia es fundido por el pueblo que no encuentra ya belleza en aquél monumento. Más su noble corazón dorado inmune a las llamas late con gran fuerza y se llena de alegría. Comte inventó una palabra para definir la entrega a los demás: altruismo y posteriormente Nietzche declara que no hay tal cosa como la entrega incondicional al otro, pues aquel que no persigue el benéfico personal carece el más elemental amor propio.
En una plática de sobremesa se me ocurrió aplaudir la labor altruista del programa A quien corresponda de Jorge Garralda y televisión azteca. Cabe recordar que dicho programa tiene una vida anterior a la privatización de dicho medio, que sin embargo, televisión azteca ha seguido apoyando e incluso ha hecho crecer. Mi comentario suscitó muestras de simpatía pero hubo algunos que, mostrándose escépticos externaron el poder político que Garralda ha conseguido mediante este foro, así como la importante oficina de relaciones públicas que representa para esta televisora. Insistiendo en la afirmación de Nietzche, pregunté si la albor era menos encomiable al recibir por ella beneficios, pues siempre me ha resultado difícil pensar que una enorme porción de ego se esconde tras la entrega y quizás haya para quienes el situarse sobre los demás en afán de redentor sea pago suficiente, pero pago al fin. Decía Wilde yo quiero el placer antes que la felicidad y lejos de un ímpetu hedonista debemos reconocer que existe un obscuro placer de grandeza inserto en todo acto altruista. Mirar a quién corresponda me concede un minuto de tranquilidad, me reconcilia con la nobleza, egoísta o no que existe en el hombre, nobleza al fin. No consiste la bondad en quedar ciego como el príncipe feliz, sino en empeñar un esfuerzo en pro del otro, si esa es una forma de ganar, ganancia merecida, que después de todo si el fin justifica a los medios, en este caso muy bien justificados.
Día 13
Dimensión desconocida
La máquina del tiempo no ha sido inventada aún. Es una fantasía personal, seguramente no muy original. A momentos la vida se presenta incierta si pudiéramos tan sólo viajar un poco y descubrir todo lo que se esconde bajo al frase: tal vez. El sabor de la incertidumbre se instala bajo la lengua y... Es mejor prender la televisión, no como en un día cualquiera. Amerita la ocasión invocar a un hombre del pasado para que me acompañes esta noche y viajemos juntos desde mi cama y frente a mi televisión. Me acuso de cometer algunos excesos, entre ellos el de leer mientras miro televisión. Irreverente, quizás, le soy infiel a ambos vicios, pero aunque no lo creas, los gozo a los dos con igual intensidad. Siguiendo con el plan y sin mayor divagación acudo a mi biblioteca (libros bajo la cama sobre la mesa, en la cocina, en un librero y por supuesto junto a la tina) la máquina del tiempo es el título perfecto y Herbert Ggeorge (H.G.) Wells el autor que esperaba. Me siento sobre la cama, el cuarto a oscuras, la televisión encendida y una vela morada en mi mesa, la miro concentrada y... nada. Intento una vez más, mi escritor aparece, le explico el itinerario y accede complacido. Descubre la televisión y pregunta desilusionado ¿Es acaso lo mejor que han podido hacer con el proyecto de mi imaginación? Seguramente Verne o Da Vinci estarían satisfechos, pues a ellos podría enseñarles con satisfacción el despegue de sus ideas. Lo mejor que puedo hacer para no desilusionarlo es explicarle lo avanzada que resulta aún hoy su ambiciosa novela.
Miré que ya podemos clonar seres humanos y estamos a un paso de la fuente de la eterna juventud, pero usted, sigue siendo de alta tecnología.
el trayecto por le pasado corre a mi cargo desde luego y obedece a mis nostálgicos caprichos. Espero no decepcionarte querido lector, a Wells espero divertirlo, ya que impresionarlo... ¿Qué puede impresionar al hombre que previó un artefacto irrealizable en el año 2001, un ataque extraterrestre y a un hombre invisible, hace más o menos ciento veinte años?
Itinerario
22:00 el televisor se sintoniza en el año de 1968 en la pantalla aparece un túnel, El Túnel del tiempo y Wells y yo nos tomamos de las manos para avanzar entre aros de colorea que giran hasta marearnos.
22:30 Año 1973. Realizó el añejo sueño (nada tiene que ver con bebidas alcohólicas) de ser loa mejor creativa. Soy la bruja Samantha y destrozó todas las campañas publicitarias de Darwin logrando que los clientes queden hechizados con mis ideas. Para dar gusto a Wells traigo a Enrique Octavo del pasado. El monarca busca nueva mujer, creo que le gusto, en especial mira mi cuello ¡Cuidado! Creo que ni el doctor Bombay podrá salvarme esta vez.
23:00 Mi escritor y yo ingresamos a la dimensión desconocida. Ese espacio incierto entre la oscuridad y el amanecer. Abrimos la puerta de un bar que conduce a la calle, resulta que estamos en la Alemania Nazi, me apellido Freyman, eso suena judío comenta H.G.
¿Encontraremos la puerta de regreso a mi cuarto, a mi vida?
Día 14
Reír para olvidar
He seguido viajando con Wells, pudimos librarnos de los nazis. Afortunadamente, el auditorio prefiere los finales felices.
0:00 Recordé que en algo podía complacer al escritor, (no querido lector no es lo que estas pensando) –Señor ya hemos llegado a la luna tal como usted lo narró en Los primeros hombres en la Luna.
¿Han descubierto entonces la cavorita?
No exactamente, es un poco más complicado y prefiero llevarlo a pasear en una nave maravillosa que se llama Enterprice.
1:00 Viajando a las estrellas con el señor Spock renace mi pasión por el Capitán Kirk. El no me nota, cree que soy un viajero de otra galaxia. Me he amarrado la sábana como si fuera una antigua romana que ha llegado a la galaxia después de haber transitado por el caos. Wells se siente encantado, creo que se ha dispuesto a escribir una novela que publicó en el futuro. El amor entre Kirk y mío va más allá de las estrellas, en eso Wells envidioso cambia de canal.
2:00 He recordado el caos, las historias de amor me ponen melancólica, es tiempo de reír y advierto: maestro esta escala nada tiene que ver con sus cuentos. Necesito olvidar, el mejor recurso, la risa.
Maxwell habla con su tía de Acapulco cuando los espías de Caos lo sorprenden, por suerte pafra él la 99 y yo, mujeres modernas y poderosas, lo liberamos gracias a nuestra habilidad para las artes marciales. Wells ha quedado fascinado con el cono del silencio, grandes secretos le ha revelado el jefe de control.
3:00 quantum leap es el destino final. Explico a mi escritor que el objetivo del protagonista es alterar el presente para modificar un catastrófico futuro. Condenado a viajar por el tiempo el científico vive una existencia nómada cambiando de sitio con cada salta. La meta: ingresar a sí mismo algún día.
Gracias a usted –le digo- he viajado entre los sueños de mi pasado, las ambiciones de mi futuro; lo mejor es que quizá, en este preciso instante, mis palabras y su inspiración viajan por el aire logrando, como dijo el poeta, que alguien, en algún lugar, nos deletreé.
Milagros
Día 15
Hoy estuve triste
Hoy estuve triste. Cuando me pongo así vegeto frente a la tele (oh, creo, sin querer, haber copiado una línea de la película Mujer bonita). Lo mejor es recurrir a una buena amiga, en este caso a Milagro, para que se siente a tu lado y las dos mudas acompañen bajo los efectos de hipnosis tele adictiva. Ambas nacimos en septiembre y aunque soy escéptica en cuanto a la astrología, consulto diario el horóscopo. Si lo olvido, Milagro me advierte: -Cuídate Regina, dijo el horóscopo de una virgo se embaraza, mira que no puedo ser yo estoy ligada –susurra discreta- no dejes de tomar tu pastilla. Yo sonrío y me conmuevo ante su constante preocupación por mí. Ella dice que yo soy su parte osada y yo aseguro que de ella copio la mesura. La conocí hace poco, pero los afectos contradicen al tiempo, a veces vienen comprimidos como esos muñecos de goma que con sólo echarles agua crecendiez veces su tamaño. Nosotras hemos llorado juntas varias veces, eso explica el agua y la expansión afectiva, por supuesto. Juro que desde la primaria no tenía una amiga así. Ambas pensamos que tenemos vidas paralelas, no son idénticas ni antagónicas, sólo paralelas. Las dos nos casamos a los 19, ella tiene niños y yo niñas, ella es española, yo mexicana, las dos maestras que parecen hermanas. Nos gusta pensar que éramos protagonistas de un programa en canales diferentes, algo así como ventaneando y La botana; Hechos y Primero Noticias; Cristina y Carmen Salinas (no, eso es un exceso). Inventamos que un día y gracias a López obrador, los horarios se contrapearon y con ello las señales, por eso se trenzaron nuestras tramas o dramas, según el ánimo.
Compartimos el estelar, unos días ella es mi psiquiatra, otros le cedo el diván. En nuestra tele se proyectan los destinos y a veces pensamos que el título ideal para una serie sería Dos mujeres, una tele.Nuestras terapias consisten en risa abundante, monólogos reiterativos escuchados con paciencia, un abrazo certero cuando se acaban las risas y las palabras y altas dosis de televisión. Lo que demuestra que aún mudas somos compañeras, cuando la luz de otras historias recorta nuestros perfiles atentos y compartimos cada episodio con el entusiasmo de haber empezado chicas a vivir de prisa y traer el entusiasmo alborotado, al igual que el cariño. Deja de escribir –me grita- ya va a empezar El milagro de nacer ¡Y qué lo digas, amiga Milagro!
Día 16
La ventana indiscreta
La vida transcurre en el exterior y no debe seguir instalada sobre mi cama. Por ello saco mi tele a la calle para ver pasar las dos vidas: ficción y realidad. ¿Cuántas vidas?¿Cuántos tiempos?¿Cuántos sueños y programas se necesitan para vivir las infinitas posibilidades históricas? Soy insaciable, lo sé, muchos lo somos. La primera vez que intente huir de mi casa tenía siete años. La causa: no me querían leer más historias y no me dejaban ver televisión. Tal vez por esa ambición de vida nos acercamos tanto a las ventanas, sorprendiéndonos a nosotros mismos convertidos en espías de un incauto vecino. Existen vecinos altamente especializados en el arte de la intromisión, a tal grado que se tornan en cronistas. La misión me resulta de alta peligrosidad y siniestra ociosidad, por ello no l intento con regularidad. Este día inspirada por Ventaneando y Trapitos al sol, presto un ojo al gato y otro a mis vecinos. Tener una buena imagen ante ellos es recomendable, sobretodo en casos de emergencia (una tacita de azúcar, dinero para el gas, un cigarrito para el invitado, etc.) Paty Chapoy habla de Walter Mercado y de inmediato l relaciono con mi vecina que lee las cartas. Ella es una bruja ética que no cobra por echar un vistazo a tu futuro, por eso todos la quieren y le profesan un cierto respeto. No hay quien se atreva a estacionarse en su lugar y dicen las malas lenguas que su marido es calvo desde que ella le descubrió una infidelidad. El hombre de la casa 4 me recuerda tanto a Ponchito, por cierto que cómo han criticado sus últimas entrevistas. Él siempre me ha parecido un cómico genial (mi favorito), aplaudo su audacia y por supuesto sus entrevistas que fueron simpáticamente inteligentes. No considero en absoluto que sea negativo para el logré desquitar un poco de la ira que me embargó en aquel tiempo. Las bajas del incidente: dos almohadas, casi una Sony.
Estuve entre las Alemanias (hoy una sola) cuando la caída del muro de Berlín y confieso mi ausencia ante la Guerra del golfo, en su lugar, preferí jugar Nintendo, sus coloridas batallas lograron emocionarme un poco más. Acudí a votar el inmemorable dos de julio y posteriormente me plante frente a la pantalla auxiliada por el teléfono en la recopilación de datos frescos. Esa historia comienza y mucho o muchos esperamos más de lo hasta ahora visto, por ello estamos atentos.
No es la primera vez que me delato infiel, y lo soy a menudo. Los libros son mi amante verdadero, a ellos los tomé por elección. Sus métodos de seducción me parecen más apasionantes y sofisticados, pero no por ello abandono a la tele.
Vivimos los tres un moderno menage et trois. Cada noche mi cuidado se ve dividido entre caricias retóricas y visiones provocadoras, en ambos me reflejo y me descubro, pero uno de los dos me desnuda por completo. Me entrego y renunció por fin a uno de ellos, desisto de lo cotidiano, me escapo con él a ese mundo numérico que reposa plácido en las aguas tibias de la indolencia.
Día 17
Esta noche será distinto
Así que hoy no te enciendo –le dije sentenciosa-. Estoy cansada de jugar tu juego, sucumbir a tus encantos y abandonarme por completo a tus historias. Siempre vienes a mí con los mismos cuentos conmovida, creo todas tus mentiras, a veces antepongo la indiferencia aunque no puedo evitar mirarte de reojo. Tú me provocas, lo sabes y pareces disfrutarlo.
Hay días en que me armo de voluntad y decido, por mi bien, echarte para siempre. Más tu ausencia me desgarra, me aniquila, y ya pequeña, ante tu imagen yo me postro. Me robas energía, trastocas mis proyectos, me vuelvo prisionera y tú pareces disfrutarlo.
Estiro mis dedos, te acaricio cada borde, apenas rozando con el índice tus comisuras, te dibujo y cada trazo empata con tus formas. Te miro de cerca y me mareo. El tiempo se detiene y ya no pienso, finalmente me entrego mientras tú pareces disfrutarlo.
Esta noche será distinto. Así que, no te enciendo. Inspirada por luna me revelo. Apenas puedo con tu peso, mi tormento me asfixia y no te veo. Más con toda mi energía a ciegas y yo sola, esta noche te destierro.
¡No lo entiendes! Me estimula el acertijo, el laberinto complicado, el reto que conlleva a la meta soñada. Tú no tienes respuesta, no muestras salida, haz dejado de ser reto, francamente no eres más que un disparate.
Así que no te enciendo. Te condeno a desaparecer, a no verte jamás, a no prestar oídos a tus tontas fantasías. Te exilio de mi cuarto, te abandono a tu oscura soledad.
Te castigo, perversa televisión, a permanecer apagada. Mientras alejadas las dos aguardemos impacientes a que vuelva la luz.
Día 18
Burbujas
“Goza la vida sin consecuencias” es el nuevo eslogan de la campaña de Coca-Cola light. En la pantalla se muestra una bella joven conduciendo un auto a gran velocidad. La mujer hace alarde de su gran habilidad al volante saliendo ella y su acompañante ilesos de las peligrosas acrobacias. La connotación, altamente erótica parece equiparar la situación a una relación sexual, y ante un grupo objetivo (target group en el argot publicitario) básicamente femenino, se nos concede a una mujer con el volante en las manos. Por demás esta narrar los gestos y ademanes de la modelo que, como se puede esperar, son de franca actitud gozosa. La historia no termina ahí, al abrir la puerta del vehículo, un camión mutila la puerta del hasta entonces íntegro coche. La chica indiferente entrega las llaves a su compañero -que ahora descubrimos como un simple vendedor- al tiempo que ella le dice que no comprará el auto. Ella se aleja tomando su Coca (desde luego la chica tiene un cuerpo maravilloso). El anuncio se remata con la frase que encabeza nuestro escrito y tan tan. En apariencia el anuncio funciona, se rompe con el tradicional y ya obsoleto modelo femenino que se sustituye por el aspiracional, cumpliendo con la máxima hedonista de evitar el dolor y procurar el placer. Como filosofía de vida me encanta, mas temo contrariar desde la frase a los distinguidos creativos que nos venden una no tan innovadora forma de vida entre burbujas gaseosas... empecemos con la asociación léxica gozar sin consecuencias equivale a no sentir, en cuanto al refresco y su promesa de venta que consiste concretamente en poderlo beber sin la consecuencia de engordar, la idea es visualmente efectiva aunque la frase resulta ilógica. Confieso que el anuncio me deja desilusionada, por un momento piensas sí, sí eso quiero, vivir sin consecuencias negativas, pero empezando por los placeres meramente corporales, todo lo bueno de la vida engorda: la comida, la bebida (doce lights y a ver si no) y hasta los hombres. No es esto un canto a la desilusión por el contrario, si lm piensas un poco vivir tiene consecuencias en cada esquina, pero cuando ya te has hecho bastante amigo de Epicuro, descubres que el gozo se esconde tras cada acontecimiento, tras el dolor inclusive. Vivir sin consecuencias es una aberración, somos un cúmulo de sensaciones, sabernos vivos es el sentido de la existencia. Ahora yo en lo personal obedezco a mis veteranos ídolos (John, Paul, Ringo y George) hago el amor y no la guerra y me despido coreando: “Carnaval, la vida es un carnaval y las penas se van cantando”.
Día 19
El eco
Heredarás el viento, hermoso título para una buena película que acabo de ver asilada en mi isla televisiva. Las películas de abogados siempre me interesan, obedece quizás a uan antigua debilidad: crecí entre ellos. Mia buelo el gordo era un abogado brillante, cuando yo lo conocí, tal vez la vida me había gastado los argumentos y por ello practicaba el mutismo con elegancia. Nuestra forma de comunicación era balancearnos junto al televisor, reímos silenciosamente de Los locos Adams (esa familia nos recordaba mucho a la nuestra) y a sentir complacidos ante Perry Mason.
La película de esta tarde trata de un maestro de escuela (entre los 20 y los 30, soy pésima para establecer fechas) en un pueblo estadounidense; él se atreve a enseñar a sus alumnos la teoría darwinista del origen de las especies, contraviniendo con ello un anacrónico artículo constitucional que obligaba a enseñar, únicamente, los preceptos bíblicos. Lo mejor de la película son sus estupendos diálogos que cuestionan incluso la existencia de Dios y nos recuerdan cómo la intolerancia sigue vigente, ya que mucho de lo que ahí se dice parece repetirse como eco a pesar del tiempo.
La conclusión, el verdadero milagro pasa inadvertido. La necesidad de protección, a la invención de la quimera celestial como antídoto a la finita existencia, nubla la vista ante la maravilla de la vida y sus verdades. La película me recordó, entre otras cosas, aquel cuento en que se reúnen un abogado, un neurólogo y varios hombres de ciencia para discutir la existencia de Dios. El último en hablar es el neurólogo que termina el debate y ante el escepticismo de sus colegas afirma: “Creo firmemente en la existencia de las ideas, he operado cientos de cerebros, pero jamás he visto una ¿Es eso acaso un acto de fe?” la cuestión es delicada, mi postura personal es unamuniana (otro de mis ídolos) dudo a pesar de que a veces experimento la necesidad de creer, así pues la mejor forma de resumirlo sería el primer verso de un poema de este autor: “Óyeme tú Dios que no existes...” perdóname si te parezco la abogada del diablo y sobre todo perdona las confesiones místicas, me gustaría discutir esto con el abuelo, seguramente, en las alturas, tendrá algunas certezas al respecto.
Día 20
Cuna de lobos
A veces, cuando no sé cómo comenzar, las ideas brotan sin coherencia.
Aparecen en mi hoja como puntos aislados, decido entonces unirlos como en aquellos pasatiempos infantiles donde conectado cada punto mediante líneas aparece sorpresivamente una imagen. Estableceré entonces estos puntos espontáneos esperando conseguir nitidez a partir de mis caprichosos pensamientos:
Estamos en el mes que rinde tributo al amor.
Los griegos y sus mitos fueron los primeros narradores y las primeras ficciones “en ellos nos hemos seguido inspirando en el oficio de cuenta cuentos, guionistas y hasta embusteros.
Amante de los mitos griegos+, mi predilecto es el de Eros y Psiquis.
Hablemos de besos
Ahora sí, a trazar rayas:
El mito es el primer atentado por explicar la cosmovisión humana. En ellos, se pronuncia la curiosidad científica y se expresa la necesidad narrativa de crear realidades fantásticas. El mito encierra en sí mismo un alto contenido poético intensamente simbólico que ha servido de base incluso a los arquetipos estudiados por el psicoanálisis. A partir de el y posteriormente de la literatura han surgido representaciones icónicas de ciertos estereotipos de conducta, el complejo de Edipo, el narcizismo, el Don Juan, la Celestina...
Aludiendo al amor, el mito de Eros y Psiquis (O psique) que aparece inserto en el libro de Alpuleyo El asno de oro o la metamorfosis nos habla de la seducción de Psique que es la personificación del alma humana, a cargo de Eros en su forma perversa. El dios del amor es incitado por su celosa, pero hermosa madre, Afrodita, a castigar a Psiquis por su sobre natural belleza, ya que siendo mortal , Afrodita la repudiaba por poseer atributos físicos dignos únicamente de los dioses.
-He ahí la figura de la malvada suegra. Posteriormente y ante una mayor eficacia por empatar maldad y fealdad, las villanas folletinescas muestran incluso bejaciones físicas, sirva como ejemplo la malvada suegra Catalina Creel de la antigua telenovela Cuna de lobos, a quien recordamos por su parche en el ojo.-
Psique por su parte cuenta con dos hermanas (muy a lo Drizela y Anastasia de Perrault) que al enterarse de que es pretendida por un dios, la envidia las corroe, por ello están dispuestas a todo con tal de separar a ls amantes. El amor de Psique hacia esta cruel divinidad simboliza la pérdida de la aspiración del alma y anuncia la más trivial de las caídas.-¿Cuántas historias no están basadas en el malvado Redimido por el amor? ---Eros irremediablemente enamorado de ella la encierra en un palacio, insignias de las promesas de lujuria. El dios no la visita más que de noche, temiendo que al verlo, bajo su aspecto ruin, despierte Psiquis de la seducción imaginaria que la tiene esclavizada. Aconsejada por sus hermanas Psiquis se arriesga a encender una antorcha para ver el rostro de Eros, pero en ese momento un poco de aceite le cae al dios quemándole la cara ¡Aguas con el fuego de la pasión por que te puedes quemar! Psiquis huye y pide ayuda a Hera, quién le impone diversos castigos por haber caído tan bajo. Cumplida la purificación Eros reaparece en su forma ideal de dios olímpico y Psiquis se adhiere a la visión sublime del amor físico, se convierte en su esposa y todos los dioses festejan esta unión en el Himeneo. De este hermoso cuento, podemos deducir que habitados por Psique (alma) vivimos permanentemente enamorados del amor.
La colección más sublime que conozco es aquella conformado por besos rescatadas por el cácaro de la película Cinema Paradiso. Y si el símbolo perfecto del amor es un beso, y si el alma se eleva a la inmortalidad divina gracias al amor, digamos como el poeta Miguel Hernández:
BESO SOY...
Día 21
¿Nuevos héroes?
Ayer me acordé del chorrito que se hacía chiquito y luego grandote, que conste que no me estoy albureando a nadie. Solamente asocié metonímicamente a marcos con el personaje de Cri-Cri, y es que nuestro personaje ha crecido desorbitadamente en los últimos tiempos, tanto que muchas figuras notables pretenden colgarse de su estampa.
Ayer creció la tele, apuesto a que nos sorprendió a todos. De pronto miras el noticiero y la pantalla se bifurca, ¡Ay carambas! Como diría Bart Simpson (versión nacional), se juntan las noticias con los hechos. Las dos empresas televisivas usando como vía a su más destacado noticiero, anuncian algo sin precedentes: los enemigos se unen por la paz.
De momento un corazón frágil se deja conmover, míralos, que tiernos, olvidan sus diferencias en pro de una causa común, la paz en Chiapas. Organizarán una tocada para reunir fondos para una causa indígena. Poco a poco emerge del subconsciente aquel diablillo suspicaz que todos llevamos dentro –piénsalo detenidamente-parece susurrar el amo de los infiernos-Te imaginas lo que generarán las ventas publicitarias del evento, muy distinto a las entradas al concierto. –Aléjate, no me mal aconsejes, mira que esto, aunque genere ganancias para todos, no deja de ser una muestra de buena voluntad, y quizás sea el principio de una sana competencia. –Replico conmovida- ¿sabías que tu país estaba en guerra?-pregunta mi lado maligno-no precisamente, pero el panorama en Chiapas... –Nada, nada, estos señores mediáticos se quieren colgar el milagrito de haber fomentado la paz-interrumpe mi diablo. Quién sabe, tal vez mañana saquen del aire al tan desgastado Chapulín colorado y comience la brillante carrera de un nuevo héroe y su insólita serie. El subcomandante Marcos y sus giras.
Quiero acallar esta desconfianza ¡hay tan pocas buenas noticias en los noticieros! La televisión crece y así, la fe de muchos en que la buena disposición y la tregua entre las televisoras genere nuevos proyectos con los que las diferentes empresas se beneficien (por supuesto) y que no regalen con ello, un poco de calidad y calidez.
Día 22.
Brujas.
Siempre me han caído mejor las brujas. Y no se trata de simple conmiseración por pensar que se encuentran en ese estado económico. En el maniqueo mundo de los cuentos de hadas, las princesas son abominablemente simples, su bondad raya en la estupidez y de no ser por las hadas que siempre las orillan a mejorar sus tristes vidas, ellas se quedarían pasmadas. Las brujas por el contrario, son bastante audaces, tienen la libertad de salir de noche, su gran creatividad se despliega en un sinfín de maldades y conjuros. La palabra bruja, en inglés witch, se deriva del anglosajón wit que significa conocer. La enciclopedia de las cosas que nunca existieron define a la brujería como la búsqueda de conocimiento y la sabiduría ya sea por el camino del bien, (brujas blancas) o del mal (magia negra). Las brujas son el fondo unas románticas, les gusta volar alrededor de la luna y reunirse en los taciturnos cementerios. Como herencia de las míticas brujas, tenemos a las brujas tecnológicas, propias de la televisión, empezando por la bruja Escandufa, aquel personaje de El gran teatro de Cachirulo; la Bruja del 71, mujer poco hábil en cuanto a pócimas de amor se refiere, de lo contrario Don Ramón ya hubiera mudado con ella resolviendo con ello la solvencia para el pago de la renta; la bruja Samantha y toda la parentela de Salem, incluyendo a la famosa suegra Endora, que hace suponer a todos los mortales que suegra y bruja son sinónimas. Luego tenemos a las brujas de caricatura: la jovial Sabrina hizo su debut en las revistas de historietas al lado de sus célebres amigos Archie y Verónica. Ambas historias se adaptaron posteriormente a la televisión. Inolvidable es para mí la simpática bruja briaga que visitaba a la pantera rosa de vez en cuando. Pero volviendo a Sabrina la bruja adolescente. La adaptación del mito de la bruja a las aspiraciones pragmáticas y materiales de la época, han despojado a estos singulares personajes del hálito misterioso que los circundaba, tomándolas simplemente, en seres omnipotentes que pueden darse casi cualquier lujo, más su torpeza y afán moralista las orilla a querer vivir entre humanos, a pasar inadvertidas en el mundo mortal y hacer uso de restringido de sus dones. La bruja postmoderna es, o una jovenzuela frívola, bonachona y traviesa o es el engendro invisible de la bruja de Blair emparentada más bien con pedófilos mochaorejas. Me quedo con la bruja tradicional, la glamorosa, la perversa, narcisista pero imaginativa Reina de Blanca Nieves, en lugar de la sosa brujita Versace que tiene un novio mortal al que cada que besa se convierte en sapo (detalle que me parece abrumadoramente realista).
Día 23
Tiempos mejores
Cuentan los expertos que la televisión del futuro será cada vez más interactiva. Sostienen que la actitud pasiva pasará a la historia, todo televidente participará activamente, volviéndonos más creadores que mirones.
Y sí, podría ser el siguiente paso, después de la excesiva exploración de la intimidad que es la actitud predominante en este momento. Fastidiados por la intimidad que como dice un buen amigo, termina por dar asco, los curiosos espectadores sentiremos el mesiánico impulso de elegir: personaje, nudos, desenlaces, marcadores deportivos. Y con ello inventar el universo a la medida que la realidad nos niega.
Visto desde otra óptica, podríamos vivir dos vidas o tal vez más. Tantas como el ocio lo permita. Así por ejemplo conscientes de los nuevos descubrimientos en torno al genoma que tanto nos igualan con los animales, podríamos recurrir a la elección divina argumentando que Dios nos concedió el don de cambiar argumentos y construir ficciones. Los peligros serían varios (jamás te escapas del peligro) el primero, que se nos impongan como obligatorios noticieros creados por el Gobierno de la República, que aunque sabremos que distorsionan la realidad, podrían ser sumamente confusos. Imagínate declaraciones tales como: Ahora sí ya se abrieron las fronteras, y te vas confiado con las ilusiones en tu caja de cartón. O se ha erradicado la inseguridad, y tú calvado viendo el país de las maravillas mentiras, como en el anuncio de celulares, te van robando todo el mobiliario.
Se atentaría contra religiones, pues seríamos capaces de concebir nuevos cielos y paraísos, incluso infiernos particulares.
Yo, por ejemplo, inventaría mi propia serie de circo. En ella la mujer contorsionista sería sólo un ser humano con ideas más flexibles; las trapecistas, un numeroso grupo de chicas equilibradas; el valor del domador se extendería a jaulas más grandes y la fortaleza del levantador de pesas sería más bien de espíritu. Los malabaristas, seres con la capacidad de manejar mil asuntos a la vez sin que se les caigan y los prestidigitadores serán los que ven la magia en cada esquina. A mí los circos me entristecen, no sé porque, presiento que tras el oropel y las lentejuelas se esconden historias de nómadas desamparados y elefantes ilegales. Por ello en mi circo, que en nada se parecería la de la Chilindrina, se expondrá la vida en dos espectaculares actos y un gran final.
Sostiene mi tele (así como sostiene Pereira) que duda un poco de volverse tan flexible como la contorsionista, siente que los anunciantes poderosos estarán ahí, acechando como siempre y el fantasma de la censúrala seguirá rondando. Yo la conforto y le canto como solía hacerlo Yuri antes de ponerse a orar: Siempre vendrán tiempos mejores...
Día 24
Locura
Soy voyeurista, admití cínicamente esta mañana. Reconocer los propios pecados es una forma de liberación , aunque lo difícil en mi caso es aceptar la condición de mirón cuando la miopía es un obstáculo genético que limita mis impulsos. Cualquier contacto a distancia (y con distancia me refiero a metro y medio) requiere el uso de una prótesis. Mi primer recurso son mis lentes o anteojos, artefacto primario e indispensable. Ante ellos expongo, antes que nada, palabras escritas que se articulan en vidas ajenas que degluto visualmente, casi con el mismo placer que Hanibbal Lecter devora a sus víctimas. Después de todo le Lecter a lector hay que canjear una vocal.
Poseo también un telescopio con el que miro estrellas y ventanas indiscretas, ahí no encuentro palabras, sólo imágenes distantes. A veces escribo palabras que implanto en esas bocas extrañas, organizando un teatro personal para mi gusto y deleite. Cuento, desde luego, con mi querida televisión telescopio con la que también miro estrellas y escucho palabras, desfilan ante mí nuevas historias y así, cuando la realidad tiene poco que contarme, entrecruzo personajes, diálogos, palabras y escenarios, elegidos con cuidado de mis múltiples ventanas. Vacío esas ficciones en esta otra ventana, reservo algunas más que se depositan en el subconsciente con carácter de sueños y otras trazan continentes, países o avenidas que se hacen llamar proyectos.
Desde la isla de mi cama guardo cercanos todos mis recursos, aguzando ale ojo para descubrir nuevos deslices, vidas que me bebo para preñar la imaginación.
En una ventana está guardado tal vez el porvenir, un observador oculto que espera el llamado para hacerse presente. Por cada página, ventana o canal que se cierra o apaga, se abren nuevos. El mirón es insaciable, experimenta la angustia de saber que no le alcanzará la vista para reunir todas las vidas. Existe una isla distinta a la mía, donde se alojan todas las historias por ser, esas que un día arribarán en su nave sorprendiéndonos a todos. Las historias que no fueron viven ocultas en un tercer lugar, una cueva subterránea. Los que han oído su murmullo dicen que sólo pronuncian una palabra: quizás...
Tres elementos son básicos en el mundo del mirón, una cortina, el control que apaga la transmisión y el punto final. De no tenerlos a la mano su vida peligra, intoxicados, enajenados y ebrios pueden caer en la locura.
Día 25
Mientras dormimos
¿Te ha pasado? De pronto, mientras duermes, sueñas con una historia confusa, no por irreal, sino por ajena. No reconoces en el sueño rastro alguno de ti mismo, ni siquiera un indicio de un recuerdo extraviado o de un evento cotidiano que se quedó adherido a tu memoria. Despiertas sobresaltado por el ruido del televisor que se enciende igual que tú, sin motivo aparente.
El transmisor sintoniza un programa absurdo, un anuncio obsceno de ventas por televisión. Esos programas pagados que acaban con la brevedad graciosa del spot tradicional. Un nuevo producto para adelgazar que te atiborra de melosos testimoniales. Mujeres otrora gordas bendicen la pócima que salvo su figura. Piensas que, tal vez, mientras dormimos fungimos como receptores de vivencias ajenas. Quizá tu sueño sea la transferencia errada de un alguien que pide auxilio. A caso sólo una línea cruzada.
¿Pero y la televisión? ¿Quién la encendió? Intentas distraer tus pensamientos cambiando de canal. Un hombre te vende la llave del éxito mediante su persuasivo diálogo y su mirada intensa. A su lado, descubres una silueta, un halo que reproduce su figura, ¡tú tele tiene un fantasma! Concluyes asustada. Verificas en cada estación y la silueta se repite en cada canal y en cada programa. Acudes en búsqueda de una explicación, aunque tratas de ser razonable, a ese libro viejo nunca antes abierto: Enciclopedia de fantasmas, “Fantasmas: espíritus que aparecen en forma visible. Los más peligrosos son los que cometieron una traición. Puede tratarse de asesinos, falsos amigos, amantes insensibles, padres crueles o niños abandonados. Traicionaron a quienes confiaban en ellos. Sus pecados les impiden el descanso y buscan perpetua venganza”
No, esto es absurdo. Seguramente se trata de una rara coincidencia. El sueño debe pertenecerte, pues lo soñaste. Jamás resulta fácil desentrañar sus simbolismos y, lo de la televisión obedece a que presionaste el control sin querer. Aunque ese aparato no tiene... Decides no pensar y volver a dormir, más la idea de servir de antena onírica de terceros te atemoriza tanto como el fantasma de la pantalla. Un libro es la respuesta. Leer hasta que la vista se canse, los párpados se cierren y la luz de la madrugada devuelva a ti la sensatez. El Ulises, de Joyce, es el libro que dejaste en la mesa de noche, no te entusiasma su lectura, sin embargo, al intentar ponerlo de nueva cuenta en su sitio, el libro resbala y queda abierto en una página desde la cual lees: “¿Qué es un fantasma?, preguntó Stephen. Un hombre que se ha desvanecido hasta ser impalpable por muerte, por ausencia, por cambio de costumbres”. Cierras el libro, el televisor se apaga del mismo modo prodigioso como fue encendido y tú te resignas a soñar por descansar: mi sueño, tu sueño, su sueño, nues...
Día 26
Televicio
Día de tele. Hay mañanas que simplemente decides conmemorar un día de tele, pudo haber sido un día de campo, un día de compras o un día de fiesta, pero la mañana gris, el cansancio de la semana y la dulce temperatura de las sábanas diagnostica: día de tele. Lo único que se necesita para realizar esta actividad es tener un baño cerca, el teléfono para llamar a las pizzas y el control que determinará la dosis de tal o cual programación.
Interesante es ver de nuevo la sanguinaria película Seven o los siete pecados capitales. Lo que ocasiona que mi mente en descanso se traicione, pienso en el pecado y su percepción en las distintas épocas. Si el italiano Sarton afirma que paulatinamente nos hemos transformado de homosapiens (hombre conceptual que otorga prioridad a la palabra, es decir, a lo inteligible) en homovidens (hombre que confiere relevancia a la imágen sobre la naturaleza simbólica de la palabra), la naturaleza del pecado o la incorporación de nuevas ideas son dignas de consideración. Así pues la nueva generación de teleadictos somos víctimas de un nuevo televicio, desconocido para mí hasta hace poco televidesincracia (Ahora tomo como referencia el ensayo Sobre la televisión de Pierre Bourdieau). He aquí los nueve puntos que integran este gordo vicio moral:
Ambigua actitud de los intelectuales hacia la tv que, a pesar de condenar, mueren por salir en ella para auto promocionarse. Narcisismo moderno, donde el diáfano cristal refleja la imagen por la que hemos de perecer.
La falta de profundidad de la información: “sumisión a la urgencia y al relieve en determinado momento del fondo y el desarrollo” ocasionada por el alto costo del tiempo televisivo.
Censura directa como subliminal sobre los contenidos, actuantes y programas, ejercidos por los propietarios de los medios.
El famoso gusto amarillista por el sexo, la sangre y el drama.
Monopolio educativo de la televisión sobre una considerable parte de la población.
El “editing informativo” que consiste en ocultar mostrando.
La fe ciega en el rating como índice de calidad y preferencia.
El “efecto realidad” que provoca la imagen conduce al auditorio a creer en todo lo que proyecta la televisión: “La televisión que pretende ser un instrumento que refleja la realidad y acaba convirtiéndose en un instrumento que crea la realidad”
La competencia entre los medios ha generado un efecto nivelador y uniformador en vez de conducir a la diversidad.
¡Pecadora!, grito a mi tele sin piedad. En un atentado por no verla recurro al periódico, más todo es espectáculo: desfile zapatista, conciertos y desconciertos por una paz sin guerra, políticos que ya no saben cómo salir en la foto. Decido entonces armar mi propio show, me monto en la televisión y al ritmo de las imágenes ejecuto un teledance, quién quita y descubro una nueva modalidad que agrupa, el gusto por el sexo y por la imagen (para ser honesta las mujeres de naked news se me adelantaron), mientras yo me quito la ropa, ella, mi tele, se desprende de figuras y sonidos que se clavan en la mente del que mira.
Día 27
Infiel
Te engañé, lo sé y me avergüenzo. Creerás que soy una cínica más me atrevo a decir conmovida que no sólo lo disfruté, llego hasta ti conmovida y por ello me sincero.
Intenté ser discreta pues no quise herirte, pensé que la discreción era imperante. Te dejé y salí despacio sin hacer ruido, segura de que no notarías mi ausencia. La culpa y la necesidad de compartir el éxtasis me obligan a bajar la cabeza y admitir: sí, me fui al cine, te cambié por una pantalla más grande.
Cuanto pienso lo que nos une destaco, ante todo, que ambas enseñamos, a veces maleducamos otras más logramos con éxito el propósito. Hoy vi la adaptación al cine de un libro escrito por un maestro para sus alumnos. El mundo de Sofía, de Justin Gardner, perdóname el engaño pero lamento que no pensaras antes hacer de este libro una serie estoy segura que sería más provechosa, pues tu si tienes el tiempo suficiente para mostrar todo aquello que es dos horas simplemente no alcanza.
La intención de Gardner es interesar a sus alumnos en el mundo de las ideas, de ahí surge este texto que se centra en la vida de una adolescente (Sofía) que recibe por correo un curso de filosofía, impartido por un extraño (Alberto Knox) ambos descubren ser personajes de ficción condenados a desaparecer cuando el Mayor (su autor) llegue al final de la novela (¿No te resulta familiar?). Gardner nos recuerda que sólo las ideas son eternas y entonces los personajes descubren su posteridad y se pierden en un bosque fantástico, entre mosqueteros, duendes, hombres celebres, entre templos medievales y esculturas renacentistas. Ser o no ser esa es realmente la pregunta. Pero no te cuento más, seguramente cuando me perdones la historia pasará por ti y recordaremos juntas este incidente. No quiero fallarte otra vez, pero te pido con cautela que cambies un poco siento que te has tornado cada vez más frívola: te enredas en el escandalo con gran liviandad; habla mucho, pero me dices poco, te exhibes sin pudor y no me enseñas nada nuevo; eres egoísta y no te entregas, en cambio, pides toda la atención. No seas soberbia, tú también puedes acudir a los libros en busca de consejo, recuerda que no hay nada nuevo bajo el sol y la adaptación es también un arte. Todos somos refundidores que incorporamos aire fresco a una idea antigua.
Día 28
Biografía I
Pertenezco a la reconocida generación de la tele (le llamo por su apodo, ya que de lo contrario la frase acabaría en cacofonía-por lo visto esta noche me persigue-). Nací con ella y no me avergüenza confesar el año de mi alumbramiento: 1967. Considero absurdo no aceptar la propiua edad, los que tenemos obsesiones coleccionistas nos regocijamos ante cada cumpleaños, trae consigo un cúmulo de vivencias que catalogar, sucesos que incrementan el propio expediente y para los románticos (me declaro como tal), capítulos que engrosan la novela personal.
1967, llegó dos años antes que el hombre a la Luna y uno antes que las olimpiadas de nuestro país. Acontecimiento que me permitió presenciar ambos eventos aun cuando no los recuerdo. Aseguran mis padres que la televisión fue mi niñera desde entonces y mi madre sostiene que de haber sido posible, sería incluso mi nodriza.
Mis primeros recuerdos en technicolor son posteriores al gato Félix(inolvidable) que era de las pocas caricaturas todavía en blanco y negro. En esos extremosos tonos recuerdo a la pandilla, Mr. Ed, Mi marciano favorito y la primera telenovela de una larguísima lista(siendo genero de orgullo nacional no podría negar mi afición): Yesenia. Mi primera trasgresión fue verla, ya que me la tenían prohibida. Me escondía tras un sillón para presenciar, aunque fuera de reojo, los apasionados besos de la voluptuosa gitana (Fanny Cano). Los ricos también lloran, inmovilizaban a la familia que fingía tener compromisos ante terceros, para evitar así invitaciones que nos hicieran llegar tarde a la cita.
Los domingos se compraban pasteles de El Globo como postre de una tarde deportiva. Mi hermano nos obligaba primero a ver Deporte V, logrando con ello que aceptáramos a José Ramón Fernández como la única autoridad digna en ese campo, con el tiempo, ya después, su rostro pasó a ser tan de la casa, que me resulta difícil pensarlo un extraño. El deporte no es mi fuerte, sin embargo, en épocas de Protagonistas me siento protegida por el domingo de la infancia.
La primera pinta, en quinto de primaria, fue a una mueblería (justo en la acera en frente del colegio). En ella había decenas de televisores que reproducían al mismo tiempo la imagen de Madaleno y Luis Alcaraz. Pertenecí diez veces a El club del hogar en un sólo día, mientras se multiplicaba por diez el orgullo ante mi audacia.
Las primeras incursiones amorosas se dieron a la luz de una televisión y al amparo de su ruido. Coartada perfecta para despistar al enemigo. Los hijos de la tele desarrollamos la extraña habilidad de atender un programa mientras hacemos algo más. No se trata de inteligencia, es únicamente la práctica. La televisión nos acompaña cuando de noche llegamos fatigados del trabajo, su murmullo nos deposita en brazos del sueño, es ella misma quien por las mañanas nos despierta. Necesitamos incluso su eco a la distancia, es el antídoto contra el silencio que nos aterra.
Día 29
Biografía II
Relatar es un vicio añejo como la vida misma, lo hacían los pictogramas y los juglares. Hoy mismo yo lo hago por esta ventana y narró a través suyo, que me lo permite, mi vida entorno a otra pantalla que me ha contado el cuento de mi tiempo desde que tengo memoria.
Como antes dije, la televisión ha sido mi coartada, no sólo ha sido encubridora eficaz de batallas cuerpo a cuerpo, lo ha sido también cuando la tristeza se alhoja y busca salida por los ojos. Uno argumenta, no me pasa nada, lloro por que Pepe el Toro perdió a su Chorreada. Gran instructora de tópicos trascendentales, se aprende, como diría Woody Allen, todo lo que siempre quiso saber sobre el sexo y tenía miedo preguntar. De ella surgen ídolos a emular y líderes a quienes citar: aún hay más.
La televisión conmueve y aterra. Pocos acontecimientos recuerdo con tanto asombro como las imágenes del asesinato de Colosio. Ni lo admiraba especialmente, ni había pensado votar por el, sin embargo, el dolor y el escepticismo ante la caída y la muerte se impregnan como hedor que recuerda nuestra propia indefensión.
He acudido a una marcha desde mi cuarto cuando el CGH bloqueo al periférico y he podido injuriarlos a mi antojo. Víctima del paro universitario y miembro común de la desorganización de estudiantes que prefieren estudiar que armar revuelo, logré desquitar un poco de la ira que me embargó en aquél tiempo. Las bajas del incidente: dos almohadas y casi una Sony.
Estuve entre las Alemanias (hoy una sola) cuando la caída del muro de Berlín y confieso mi ausencia ante la guerra del Golfo, en su lugar preferí jugar Nintendo, sus coloridas batallas lograron emocionarme un poco más. Acudí a votar el inmemorable dos de Julio y posteriormente me plante frente a la pantalla auxiliada por el teléfono en la recopilación de datos frescos. Esa historia comienza y muchos, muchos esperamos más de lo hasta ahora visto, por ello estamos atentos.
No es la primera vez que me delato infiel, y lo soy a menudo. Los libros son mi amante verdadero, a éstos los tomé por elección. Sus métodos de seducción me resultan más apasionantes y sofisticados, pero no por ello abandono a la tele. Vivimos los tres un moderno menage a trois. Cada noche mi cuidado se ve dividido entre caricias retóricas y visiones provocadoras, en ambos me reflejo y me descubro, pero uno de los dos me desnuda por completo. Me entrego y renuncio al fin a uno de ellos, desisto de lo cotidiano, me escapo con él a ese mundo quimérico que reposa plácido en las aguas tibias de la indolencia.
Día 30
Nueva Scheherezada.
La isla de la desesperación fue el nombre con el que Robinson Kreutznaer, mejor conocido como Robinson Crusoe, bautizó a la tierra que le diera asilo por 28 años.
Recurriendo a la literatura siempre como punto de partida, aludí desde el día 1 aquella historia, imaginando a la televisión como mi isla, mi barca y destino durante 30 días. Como antes he dicho 32 son los años que llevo colgados y 32 prendida de la televisión. La desesperación no me ronda, así que he disfrutado tanto como Sancho el gobierno de una ínsula prometida, mía y sólo mía.
En estos días descubrí a la tele como mi amiga, paciente, compañera, amante indiferente e incluso nodriza de la infancia. Ella me entretiene, me desespera, la ignoro a ratos, pero me corteja siempre. A momentos la defiendo, otros tantos la señalo, no busco conclusiones ni persigo sentencias, ella está aquí como la vida, ambas juegan al espejo.
¿Exagero cuando hablo de poesía y la acerco a la pantalla? Puede ser. Pero no deja de trastornarme una caja pródiga que guarda en cada compartimiento-canal una historia e infinidad de personajes y escenarios distintos, es como si miles de Scheherezadas produjeran historias al unísono. La joven cuya profusa imaginación literaria es producto del miedo a la muerte, habría apreciado en mucho a nuestro moderno invento. ¿Pero acaso no es la televisión, quien copiando la estrategia de Scheherezada, mantiene al suspenso interrumpiendo sus narraciones con un eficaz continuará?
Al otro lado del cristal millones de espectadores contemplamos también a un mismo tiempo, la misma escena quizá y tal vez por tan sólo un instante las emociones todas se alinean como planetas provocando un fenómeno desconocido, una idea, una emoción que brota y se reproduce mil y un veces en una coincidencia absoluta que nos fusiona. O tal vez la fuerza del pensamiento mismo nos acerque unos a otros rompiendo pantallas y proyectando vidas.
Dice Gabriel Zaid, a propósito de los libros, que no importa si se es muy culto o si se han leído millones de ellos, lo que interesa es cómo se siente después de haber leído. La lectura nos humaniza, ésta es insustituible. La televisión también puede obrar esa magia en las coincidencias: tiene a la palabra y a las imágenes de su lado; tiene también la proliferación cúbica de la casa de los espejos.
La televisión es una cronista, una aventurera que fotografía al tiempo en sus terrenos, a ella poco le importan los cambios de horario, narra sus cuentos en sus propios tiempos elípticos y flexibles que se expanden y comprimen obedeciendo la sonata de sus caprichos.
¡Aunque usted no lo crea!