No logro engancharme con “Juego de Tronos”. Los adictos a la serie me aseguran que eventualmente lo haré. La serie narra las luchas dinásticas violentas entre familias nobles del reino de Westeros por el control del Trono de Hierro, como una crítica al poder que ha sido la trama central del mundo occidental.
Lo que sí me ha fascinado es la sofisticada construcción trasmediática de esta ficción basada en la saga de George R. R. Martin. Se trata de un proyecto construido a partir de múltiples soportes y que para consolidarse, usó los cinco sentidos, una estrategia mercadológica que el director creativo Martin Lindstrom llama Brand Senses.
Orígenes malditos
La serie me recuerda a esos libros que fueron tan famosos en México en los ochentas: Los reyes malditos, una saga escrita por Maurice Druon, entre los años 50 y 70, que narra la lucha por el trono francés a comienzos del siglo XIV y hasta la Guerra de los Cien Años entre Inglaterra y Francia.
Confirmo que mi impresión no era fallida, el mismo autor reconoce a estos libros como inspiración para su serie Canción de hielo y fuego (se han vendido más de 15 millones de libros). El primero lleva el título de la serie, Juego de tronos, que permanecerá como etiqueta para adaptar la trama completa a la pantalla: “Los reyes malditos lo tiene todo. Créanme, los Stark y los Lannister no superan en nada a los Capetos y los Plantagenets (casas reales en Francia e Inglaterra). Ése es el verdadero juego de tronos”, escribió Martin en la introducción a la reedición de la saga.
Pienso que de aquí a que le encuentro el chiste, capaz escribo siete textos como éste para hablar del tema, no es un exceso si se piensa que ya lleva cuatro temporadas y que es la tele serie con mayor número de personajes; ni el árbol genealógico de los Buendía presenta tanta variedad.
Los vínculos históricos de esta ficción fantástica medieval son innegables: la Inglaterra medieval durante las Guerras de las Rosas, el Muro recuerda las ciudades amuralladas del periodo aludido, el antecedente vikingo se nota en los hijos del hierro y las deidades parecen salir de viejos mitos griegos o celtas. Por otro lado, los arrobos de fe referentes al número siete parecen de culto católico; sobre todo existe una recuperación romántica de la era caballeresca, pero en el tono que gusta al espectador contemporáneo, desde la transgresión, por ello el amor deja de ser cortés para ser explícito, se tocan temas como el incesto y se muestra tanta piel como antes solo lo hubiera hecho una película clasificada de erótica.
La exposición de las grandes pasiones atemporales se manejan con actualidad, es decir estamos ante una historia contemporánea que se esconde bajo el disfraz de un mundo fantástico. Como cualquier serie postmoderna, se tocan las intrigas políticas, la violencia asesina, el narcisismo excesivo, la sed de poder y de sexo. Es romance por lo medieval, por el amor romántico, por la novela de caballería, pero como diría George Bataille transgrediendo para excitar al espectador, el amor cortés deja de ser cortés para ser totalmente explícito, la muerte y el sexo como la ruptura y los únicos capaces de suscitar el asombro.
El protagonista
Nadie es para siempre, nos dice “Juego de tronos” desde la pantalla, es por ello que el protagonista es efímero, encabeza la trama por un tiempo limitado y luego muere para ser sucedido por otro, en donde el juego del destino es el verdadero centro de la historia, para recordarnos nuestra efímera relevancia y la coincidencia de nuestras acciones, la naturaleza humana que es siempre igual y que resume bien aquella idea de Borges de que un hombre es todos los hombres.
“Juego de tronos” nos muestra un hombre común luchando por no serlo, un héroe consciente de vivir el movimiento rompe las reglas porque ya no funcionan, él es una falla en el sistema, sin embargo, el mundo parece tener vida propia, el sistema acaba por engullir a sus personajes, como nuestro sistema capitalista que pone tronos como en el juego de las sillas para que las disputas hagan girar al sistema.
En todos los sentidos, una marca
Una marca deberá convertirse en una experiencia sensorial que vaya mas allá del paradigma tradicional que se concentra en la vista y el oído. Ésa es la premisa de Brand Senses una estrategia de mercado creada por Martin Lindstrom y que eligen los productores de la serie para fomentar lo que se denomina religión de marca. El empleo de estímulos diversos en distintas plataformas y excitando todos los sentidos, produce una emotividad en la que se abraza el concepto con vehemencia. Tanto la transmedia como el uso de los cinco sentidos han sido exitosamente empleados por las grandes religiones que en sus ceremonias combinan música, imagen, aroma y hasta la degustación. El mundo del espectáculo y el comercio desean fomentar esa benevolencia en el consumidor y por ello adoptan la estrategia. Es necesario cautivar la atención de forma integral y repetida. No basta que la deidad se posicione al centro del recinto, se requiere que ese mundo se expanda en estampitas, medallas, oraciones, veladoras. De ahí que este mundo de tronos comience en un libro, se fugue por una pantalla, se lleve en los teléfonos, se huela, se toque, se viva...
La narrativa transmediática es el proceso de diseño de una narrativa en capas, utilizando diversos espacios de comunicación con el objeti6ytvo de crear múltiples puntos de acceso para los lectores/consumidores al crear simultáneamente una narrativa interactiva que involucra al consumidor en una historia. Es el proceso de creación de una línea de mini-tramas en torno a un tema, persona, producto o evento, y luego ampliar esa historia en una variedad de medios de comunicación.
“Juego de tronos” es una fantasía épica ambientada en la tierra mítica de Westeros. Sus tácticas de promoción transmedia implicaban la creación de una historia de cinco pasos, basados en los sentidos sensoriales:
1. Olfato/aromas. HBO envió a periodistas, blogueros y a personas influyentes del espectáculo una caja de madera hecha a mano. En su interior había pergaminos, mapas, especias y escancias de Westeros.
2. Oído/sonido. Se creó un ambiente de sonido interactivo llamado “The Inn at the Crossroads“ que se puso a disposición en el sitio web de HBO para la serie y los usuarios podían interactuar con “La posada”, oír las puertas chirriantes , las tazas tintineantes de cerveza , las tablas del suelo crujir, los borrachos cruzando espadas, lo que estimuló a la imaginación.
3. Vista/imagen. Uno de los lugares centrales en “Juego de tronos”, es The Wall, una barrera de hielo que John Snow defiende. Los diseñadores utilizaron Flash para crear un juego interactivo de The Wall, donde los usuarios navegan por sus pasajes peligrosos
4. Tacto/clima. Se creó una aplicación de Westera para el iPad que permite al usuario ver las temperaturas cambiantes en todo el reino, de modo que pueda comprender el frío y largo invierno. Múltiples carruajes tipo trono de hierro circulan en las grandes ciudades de Estados Unidos.
5. Gusto. Los productores trabajaron con un famoso chef, Tom Colicchio, para crear un menú temático basado en los alimentos de cada reino en Poniente, HBO decidió llevar los menús en una camiones a través de Nueva York y Los Ángeles.
La eficiencia de este mundo narrativo se escapa como lo hace el mundo borgiano de Tlön, los fans alimentan blogs en torno a la discusión de las tramas, crean parodias, capítulos perdidos, juegan en tableros, viven la experiencia del medievo fantástico que les recuerda que el sexo, el ansia de poder y la violencia nos mantienen entretenidos, hasta que la ruleta del juego de tronos modifique el tablero y se lleve a los personajes como viejas fichas de una partida que ha terminado para dar paso a una nueva.
Pd
Prueba de la nueva actitud del espectador activo actual es que en días pasados pedí a mis alumnos Diego González, Laura Miranda y Maximiliano Ramírez que hicieran una exposición sobre la serie y cerraron con este videojuego creado por ellos en torno de la serie. Agradezco de antemano que me hayan dejado compartirlo con los lectores de etcétera. ht tps: / /dl .dropboxusercontent .com/u/239581413/ Game%20Of%20thones/index.html
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