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¿Por qué llora Blanca Nieves?

  • Regina Freyman
  • 20 sept 2013
  • 10 Min. de lectura

Había una vez en pleno invierno, una reina que se dedicaba a la costura sentada cerca de una ventana con marco de ébano negro. Los copos de nieve caían del cielo como plumones. Mirando nevar se pinchó un dedo con su aguja y tres gotas de sangre cayeron en la nieve. Como el efecto que hacía el rojo sobre la blanca nieve era tan bello, la reina se dijo.-¡Ojalá tuviera una niña tan blanca como la nieve, tan roja como la sangre y tan negra como la madera de ébano!

Hermanos Grimm

Uso como epígrafe el inicio de uno de los cuentos más famosos del mundo, que servirá como marco para hablar sobre la interesante transición de un arquetipo de hadas: Blanca Nieves que como las líneas que anteceden su historia, reflejan no sólo los valores de una época y del grupo social que la cuenta, sino también, un punto fijo en el tiempo, la ventana que a modo de obra de arte nos mirara desde su caja de cristal: la página de un libro, un lienzo o una pantalla, para reflejar la eternidad.


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Recorramos juntos la historia de una joven princesita que se contaba en alemán hasta la joven torera de la españolísima y muda Blancanieves de la película de Pablo Berger.

La princesa más famosa del reino de los cuentos fue tragada, como todas las demás, por las fauces ardientes de la casa Disney (en 2013 la Oficina de Patentes y Marcas de EE.UU. emitió una marca comercial de Disney Enterprises, Inc. con el nombre de "Snow White" que cubre cine, televisión, radio, teatro, informática, Internet, noticias y entretenimiento, fotográ, excepto obras literatura de ficción y no ficción), quien, además, la hiciera acredora a los primeros Oscares por una película animada. Claro está que de todo cuanto el dedo mágico de Disney toca lo petrifica, pues por increíble que parezca para los menores de 25 años la princesa tiene otros progenitores.

Los famoso hermanos Grimm que no son los tíos del personaje de la serie de televisión sino folkloristas alemanes del siglo diecinueve, se dieron a la tarea de recopilar historias que andaban por ahí de boca en boca, son ellos y no Walt, los autores de un cuento más que nos habla de una seductora mujer dormida. Tanto la princesa Aurora del cuento “La bella durmiente” como Blanca Nieves, cumplen con un mismo arquetipo: el estado de latencia, la promesa que supone la transición de la niñez a la adolescencia. Así, estas princesas nos recuerdan la metamorfosis, son un punto de intersección entre la ingenuidad y el erotismo, la foto fija del capullo a punto de florear.

La heroína que todos conocemos cae dormida gracias a una simbólica manzana envenenada que como la de Adán, anuncia una forma de destierro, se acabaron los juegos con enanos, la princesa que aprendió a lavar platos, barrer y cocinar mientras jugaba con sus minúsculos amigos, espera el beso de amor que la despierte a la vida sexual, porque no nos iban a contar los chicos Grimm que eso del matrimonio no era sino la licencia para dar rienda suelta a los placeres del cuerpo, claro está que una princesa decente lo hará sólo con su principe eternamente.

Aunque las versiones cambien nos enfrentamos a una temática: la vanidad y celos generacionales entre una madre que se apaga y una joven que florece. A pesar de las variantes, podemos estar de acuerdo en que el cuento tiene un hilo conductor que retrata siempre los conflictos entre madre e hija, porque no siempre podemos hablar de que la reina sea una madrastra, en muchos de los cuentos se trata de una madre biológica.

En la versión italiana la chiquilla cae víctima de un peine envenenado o de un pastel contaminado, quizás sufre por una faja que la sofoca para mostrar una linda cintura. Y la celosa reina exige a su cazador o aliado, el corazón de la princesa, o los pulmones y el hígado, órganos que se comerá para, como los guerreros vencedores de las antiguas tribus, devorar entre las víceras los atributos de su rival. En la versión española la reina más sanguinaria, pide una botella de sangre de la niña y en lugar de cereza en el pastel, pide los dedos de los pies de la niña inmersos en su sangre. En la versión italiana el cazador llega con los intestinos de la princesa colgados al cuello y con la camisa ensangrentada.

En la versión Disney el cofre o ataúd en el que se encuentra Blancanieves está hecho de cristal mientras en otras versiones está hecho de oro, de plata, de metal o incrustado con miles y miles de joyas preciosas.

Los hermanos Grimm en un esfuerzo por preservar la sanidad de la institución maternal, hicieron de la madrastra una licencia poética. Hay críticos que analizan la historia a partir del complejo edípico donde la madre y la hija luchan por por retener o acaparar la atención del padre, donde la voz en el espejo es nada más ni nada menos que la mediación o representación del padre. Por su parte en el ensayo "Snow White and her wicked white Angélica están mother las críticas Andrés quiero verte y Susan jugar adonde que esta historia es la representación de dos formas de la feminidad en occidente: la inocente angelical y la devoradora de hombres, acaso el punte entro los dos polo sea la atemporal y perfecta adolescente dormida.

En 1986 un estudioso alemán de apellido Bartels, publicó un análisis que sugiere que el cuento de Blancanieves se basó en un personaje real, Maria Sophia Margaretha von Erthal Catherina, que nació en Lohr am Main en 1725, fue un joven de la nobleza, hija de magistrado. Después de la muerte de su madre, el padre se volvió a casar Claudia Elisabeth von Reichenstein, una mujer dominante que usó el cargo de su maridopara beneficio de los hijos de su primer matrimonio (parece primera dama de algún páis de un lugar muy lejano).

La popularidad de la niña de los labios rojos cual carmín nos ha hecho ver en pantalla en los últimos años una Blancanieves enMirror Mirror, de Tarsem Singh, protagonizada por Julia Roberts como la Reina Malvada. Tuimos a Blancanieves y la leyenda del cazador, de Rupert Sanders, donde Blancanieves se convierte en una guerrera con el fin de derrocar a la reina y el cazador se presenta como su mentor y posible amante. Ninguna sorprendió, al menos no a mí los cambios en el arquetipo son bastante pocos. Sin embargo la Blanca Nieves de Pablo Berger es una verdadera joya que, a no ser por las acusasiones al maltrato animal dada su naturaleza taurina estaría nominada al oscar dentro de la categoría a mejor película. Su realización en blanco y negro y el hecho de que se trate de cine mudo, provocan que los críticos de cine la comparen con El artista. Lo cierto es que a Berger le llevó diez años escribir y realizar este proyecto que sonaba descabellado, la historia de una niña torera en cine mudo y en blanco y negro, todo un desafío para los tiempos y además las variantes en la trama nos llevan a recuperar la escencia de esta ponderación que hemos hecho de una mujer dormida como obra de arte, y los valores postmodernos de quienes añoran el cuento de hadas pero ya no creen en él, el desafío del sabor local de una heroína sevillana que se aleja de la princesita que habla con animales para torearlos como diestra matadora. Un cuento de hadas realista de clara influencia expresionista y tintes góticos unhibrido postmoderno que nos deja asorados por su factura creativa, por recuperar la escencia de un cine bien contado con imágenes, iluminación, destreza histriónica y el uso de la música como guía ante la trama. La tensión sube y baja entre aplausos sevillanos.

En la Sevilla a de los años 20, un famoso torero sufre una grave cogida a consecuencia del flash de una fotografía tomada en el momento climático (indicio de la predominancia temática sobre la vanidad) su mujer, una bailaora queda horrorizada, ante el susto se le rompe la fuente y está a punto de parir. La mujer muere durante el parto y el padre torero queda parapléjico Carmencita, la futura Blancanievesva a vivir con la abuela hasta que ésta también muere y tiene que ir a vivir con Encarna, la madrastra, una enfermera codiciosa (Maribel Verdú) una arpía que viste de negro.

En este hispano cuento realista, no hay una hada sino el recuerdo inspirador de la madre, una abuela protectora y el padre que enseña y transmite el don de la fiesta brava a su hija. Enanitos sí hay, son seis y son toreros, entre ellos uno es un trasvesti y otro es lo más cercano que tendremos de un príncipe. Todo este ambiente español, el ambiente itinerante de los circos, me recuerda la belleza esperpéntica de Valle Inclán.

( Advertencia a partir de aquí el riesgo de spoiler es inminente).

El cambio arquetípico es evidente:

CarmenBlanca Nieves

Origen: Torero y Bailarina (pueblo)


Niña de pueblo que se vuelve torera


Talento: Toreo


Final: queda en un estado ideal de latencia. Lo más cercano que tiene a una pareja es uno de los enanos.


Su último gesto es una lágrima

Origen: Nobleza


Princesa de cuento


Talento: Limpieza


Final: Se casa con el príncipe


Su último gesto es un beso de amor que la despierta

Sin embargo, la fidelidad al cuento folklórico es patente a pesar de la modernidad del personaje y de la carencia de mágia o sucesos extraordinarios. Esto podemos probarlo al recuperar las funciones que el formalista ruso, Vladimir Propp, extranjera a partir de su exhaustivo estudio sobre el cuento folklórico y que se encuentran, casi en su totalidad en el cuento de Berger:


Vladimir ProppBlanca Nieves Pablo Berger

01) Alejamiento. Uno de los miembros de la familia se aleja.

02) Prohibición. Recae una prohibición sobre el héroe.

03) Transgresión. La prohibición es transgredida.

04) Conocimiento. El antagonista entra en contacto con el héroe.

05) Información. El antagonista recibe información sobre la víctima.

06) Engaño. El antagonista engaña al héroe para apoderarse de él o de sus bienes.

07) Complicidad. La víctima es engañada y ayuda así a su agresor a su pesar.

08) Fechoría. El antagonista causa algún perjuicio a uno de los miembros de la familia.

09) Mediación. La fechoría es hecha pública, se le formula al héroe una petición u orden, se le permite o se le obliga a marchar.

10) Aceptación. El héroe decide partir.

11) Partida. El héroe se marcha.

12) Prueba. El donante somete al héroe a una prueba que le prepara para la recepción de una ayuda mágica.

13) Reacción del héroe. El héroe supera o falla la prueba.

14) Regalo. El héroe recibe un objeto mágico.

15) Viaje. El héroe es conducido a otro reino, donde se halla el objeto de su búsqueda.

16) Lucha. El héroe y su antagonista se enfrentan en combate directo.

17) Marca. El héroe queda marcado.

18) Victoria. El héroe derrota al antagonista.

19) Enmienda. La fechoría inicial es reparada.

20) Regreso. El héroe vuelve a casa.

21) Persecución. El héroe es perseguido.

22) Socorro. El héroe es auxiliado.

23) Regreso de incógnito. El héroe regresa, a su casa o a otro reino, sin ser reconocido.

24) Fingimiento. Un falso héroe reivindica los logros que no le corresponden.

25) Tarea difícil. Se propone al héroe una difícil misión.

26) Cumplimiento. El héroe lleva a cabo la difícil misión.

27) Reconocimiento. El héroe es reconocido

28) Desenmascaramiento. El falso queda en evidencia.

29) Transfiguración. El héroe recibe una nueva apariencia.

30) Castigo. El antagonista es castigado.

31) Boda. El héroe se casa y asciende al trono.

01) Alejamiento. La madre muere

02) Prohibición. No debe acercarse a su padre.

03) Transgresión. Todas las tardes se cuela en su recámara

04) Conocimiento. Encarna tiene que hacerse cargo de la niña por muerte abuela.

05) Información. Se entera de que está viva

06) Engaño. Se queda con la herencia del padre y la manda matar

07) Complicidad. Creo que no se da

08) Fechoría. Encarna mata al padre

09) Mediación. Encarna se deshace de la niña

10) Aceptación. BN oculta su identidad y se queda con los enanos.

11) Partida. BN se marcha.

12) Prueba. El padre estuvo enseñando a Carmen a torear.

13) Reacción del héroe. Carmen logra escapar de su asesino.

14) Regalo. El medallón de la madre, la montera del padre.

15) Viaje. Se vuelve parte del grupo los enanos toreros un espectáculo itinerante.

16) Lucha. Esto no sucede, el enfrentamiento es en la plaza.

17) Marca. Se corta el pelo.

18) Victoria. Logra sobrevivir a la muerte pero no logra la victoria

19) Enmienda. BN es reconocida como hija del gran torero

20) Regreso. Vuelve sólo de modo simbólico, al ser reconocida como hija del matador y al practicar su talento

21) Persecución. Encarna la busca.

22) Socorro. El "abuelo" ayuda a la niña al reconocerla y darle ánimo, los enanos

23) Regreso de incógnito. Se apoda Blanca Nieves y es toreara

24) Fingimiento. No opera

25) Tarea difícil. Enfrentarse al toro Satanás.

26) Cumplimiento. El héroe lleva a cabo la difícil misión.

27) Reconocimiento. El héroe es reconocido

28) Desenmascaramiento. El enano enojón acusa a Encarna, ella dio la manzana

29) Transfiguración. La bella dormida en una caja de cristal

30) Castigo Encarna es encerrada con el toro

31) Boda. A penas un beso de amor con una mujer dormida que derrama una lágrima


La película no termina con un beso sino con una lágrima. Blanca Nieves se enfrenta en la plaza de toros con un especímen de nombre satánico, igual que el que embistiera al padre. Es ahí donde la madrastra le da, como aparente tributo a su destreza, la famosa manzana envenenada. Cármen la muerde y queda dormida, en hombros y crucificada como deidad, sale de la plaza. En la siguiente escena vemos a la chica en su caja de cristal, se ha convertido en un objeto que se exhibe desde una vitrina, una estatua para la contempación estética, resguardada por cristal, es una atracción, es ya una crisalida, ella es parte de un circo que cuenta su triste historia; filas y filas de aspirantes pagan una honrosa cantidad para besrla y sacarla de su letargo. El cuarto o quinto candidato logra el prodigio y sale huyendo despaborido. Los espectadores notamos con tristeza que la chica no ha despertado que el artilugio está dado por un mecanismo bajo su cama de cristal.

Uno de los enanos, la peina con dulzura, se mete al ataud con ella y la besa en la boca, la joven no despierta, pero un extreme close upnos lleva a sus expectadores a besarla con la mirada, nos detenemos ante su rostro de perfil, hay una reacción, el ojo que se advierte de Carmen, deja escapar una lágrima. No ha muerto ha quedado así, atrapada entre el sueño y la vigilia, entre la infancia y la adultez, su príncipe es casi un niño porque su inocencia es inquebrantable, un amor platónico la resguarda, no crecera, no envejecerá, no se corromperá ha quedado enmarcada en su caja de cristal acaso como la madre la imagino, como una obra de arte eterna (de labios rojos y cabello de ébano, de piel blanquísima como la nieve) gestando las ilusiones itinerantes de pueblo en pueblo, alimentando besos, nadie la tendrá, ni siquiera el enano.

¿Por qué llora Blanca Nieves?

Por su distancia a pesar de la cercanía, es una pieza de encantamiento y misterio, un tributo de silencio. Sembradora de promesas, incitadora de expectativas, no esta viva ni muerta, es la intersección de ambas realidades. Es vida y muerte en potencia, tiempo detenido, sacrifica su historia en aras de engendrar miles y miles de Había una vez...

 
 
 

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