La fórmula del amor= Intimidad más Pasión más Compromiso
- Regina Freyman
- 21 may 2013
- 9 Min. de lectura
Este texto está basado en una conferencia sobre el amor que el profesor Peter Salovey dio en la Universidad de Harvard. El decano nos advierte que algunos de los experimentos a los que alude no son considerados éticamente aceptables, se realizaron en los años 1950, 1960 y principios de 1970 cuando los estándares éticos eran diferentes. La otra cosa que nos aclara es que hay una cierta tendencia androcéntrica y heterosexual en la mayoría de las investigaciones psicológico-sociales sobre el amor romántico. Por lo general, los protagonistas son hombres y las mujeres son el objeto del deseo en estos experimentos.
La teoría del amor de Robert Sternberg
Lo primero que considera es una definición para el concepto amor, aunque la mayoría de los experimentos que refiere se centran en la atracción romántica más que en el amor. Para ello se basa en la teoría del amor de Robert Sternberg, decano de la Universidad de Tufts, que sostiene que está formado por tres componentes: intimidad, pasión y compromiso. No hay amor, sin estos tres elementos.

La intimidad es la sensación de cercanía, de conexión con alguien, de unión. Se podría pensar en la intimidad al hecho de compartir secretos, al comunicar información que no se comparte con nadie más, se crea un vínculo. El segundo elemento es la pasión, la irresistible atracción física que conduce al romance. Sternberg afirma que este es un componente necesario en una relación amorosa. El tercer elemento del amor en la teoría de Sternberg es decisión y compromiso, la decisión de pertenecer a una relación amorosa, la voluntad de etiquetarlo como tal, y el compromiso de mantener esa relación, al menos durante un cierto período de tiempo. Sternberg diría que no es amor si no lo llaman así los involucrados y si no tienen el deseo de mantener la relación. Ahora ¿Qué es lo que se tiene cuando sólo se presenta uno o dos de estos tres elementos? Esta teoría nos permite considerar varias permutaciones diferentes que desembocan en las diferentes tipos de relaciones.
Si no se tiene intimidad, o pasión, o compromiso, Sternberg llama a esto no amor. Ahora vamos a empezar a añadir elementos: comencemos por la intimidad. Se trata de compartir secretos, una sensación de cercanía, conexión, vinculación, pero no hay pasión, es decir, sin la excitación sexual, es difícil que se genere el compromiso de mantener la relación, esto lo podemos llamar simple gusto, atracción básica. Sternberg le llama gusto, fundamento de la amistad tradicional. Ahora, ¿qué pasa si no hay intimidad, no se está comprometido, pero existe pasión, se experimenta excitación sexual? Esto es lo que Sternberg llamaría enamoramiento, amor a primera vista. El tercer tipo de relación de un solo elemento es cuando hay compromiso, Sternberg llama a eso "amor vacío". A menudo es la última etapa de las relaciones a largo plazo, se ha dejado de compartir la información, la comunicación es mínima, así que no hay intimidad; la atracción física también ha decaído, ya no hay pasión, pero se opta por permanecer juntos por el bien de la apariencia o de los hijos o por motivos económicos. Eso es lo que Sternberg llama amor vacío. En muchas sociedades de matrimonios arreglados podría ser la primera etapa de una relación de amor: dos personas que tal vez nunca se hayan visto antes, el compromiso está ahí, pero no hay nada más. Lo interesante, es que este tipo de relaciones no parecen tener mayores probabilidades de terminar en divorcio que las relaciones de quienes que se casan por amor.
A continuación se incorpora un elemento más para considerar relaciones donde se cuenta con dos de esas tres cualidades que resultan en amor ¿Qué pasa si se tiene intimidad y pasión, pero no hay ningún compromiso? Sternberg lo denomina "amor romántico". ¿Y si se tiene intimidad, no hay atracción física, pero estamos comprometidos con esa relación? Esto es lo que Sternberg llama "amor compañero" lo que se experimenta por el mejor amigo. "Estamos comprometidos a compartir la intimidad, a ser amigos para siempre", pero la atracción física no es parte de la ecuación. ¿Qué pasa si hay pasión, pero sin intimidad? "Yo no quiero saber realmente mucho de ti, ni quiero compartir realmente nada de mí contigo, pero estoy comprometido a mantener la pasión física” Bueno, eso es lo que Sternberg llama "amor fatuo ". Es un noviazgo, un romance de Hollywood, tal vez su nombre es matrimonio a lo Britney. "Básicamente estamos comprometidos para tener sexo", pero es difícil hacer esas relaciones duraderas porque puede ser que no haya nada más en común. Y finalmente, si se tienen las tres, la intimidad, la pasión, el compromiso, esto es "amor consumado", según Sternberg "amor completo”.
Si esas tres son las condiciones del amor, existen otros tres factores que promueven la atracción entre las parejas: cercanía, similitud y familiaridad.
Cercanía
Para las relaciones amorosas el contexto y la cercanía son muy importantes, la igualdad de condiciones, personas que se encuentran en estrecha proximidad espacial será más probable que se atraigan entre sí y formen una relación romántica. Esto ha sido probado de muchas maneras interesantes, las personas que viven más cerca son más propensas a enamorase. Parece bastante obvio. ¿Cierto? Esto funciona incluso en los campus universitarios, podemos medir en metros la distancia entre la puerta de una clase de un estudiante enamorado y la puerta del otro, y habrá una correlación de probabilidad por cercanía.
Similitud

Probablemente ha escuchado la frase "Los pájaros del mismo plumaje vuelan juntos", y eso es cierto cuando se trata del romance. Los psicólogos han probado que cuando las personas son más similares tienen más probabilidades de ser atractivos unos a otros. Esto no sólo involucra preferencias físicas sino visiones de mundo, ideologías políticas, aficiones, creencias, etc. Los opuestos, en realidad, no se atraen, no por mucho tiempo.
Familiaridad
Tendemos a enamorarnos de personas de nuestro entorno, quienes nos son familiares. La idea de que cierta tarde encantada veremos un extraño en una habitación llena de gente y lo amaremos de inmediato, es un mito cultural. Por supuesto que pasa, pero es mucho más común que te atraiga alguien que ya conoces, alguien a quien que has visto repetidas veces y un día lo encuentras atractivo. Por cierto, la idea de familiaridad no sólo es eficiente para el amor, se pueden mostrar las palabras en un idioma desconocido y si alguna ha sido escuchada antes sobresaldrá sobre los términos desconocidos, se sentirá cierto interés sobre ella.
Pero existen cuatro condiciones que, por sutiles, son aún más interesantes: reciprocidad, competitividad, atracción física, refuerzo de la excitación.
Competitividad
En general, nos atraen las personas que nos parecen competentes, pero las personas que son súper competentes, que nos superan por mucho, representan, inconscientemente, una amenaza, nos hacen sentir un poco disminuido en comparación, por lo tanto, lo que realmente nos gusta son las persona competentes que a veces cometen errores, a ese se le llama el Efecto Pratfall, que dice que nuestro gusto por la persona competente crece cuando comete un error, cuando hacen algo vergonzoso, cuando tienen una experiencia de fracaso. Esto se puede ver con figuras públicas, en el terreno de la política o el espectáculo. Las figuras públicas que cometen un error, a veces, el error aumenta su popularidad. Un ejemplo es el caso Bill Clinton a pesar de lo que todo el mundo estaría de acuerdo, que fue un gran error el incidente con Monica Lewinsky, su popularidad no sufrió mucho. El clásico experimento Pratfall, consiste en que una persona es llevada al laboratorio y escucha una grabación de entrevistas con personas que se describen como posibles representantes de su comunidad para aparecer en un programa de concursos. El sujeto debe decidir quién será elegido mediante las entrevistas. Ahora lo interesante es que hay dos tipos de personas, las casi perfectas y las mediocres. Las personas casi perfectas responden el 92% de las preguntas correctamente. Las personas mediocres responden sólo el 30% de las preguntas ¿Cuál de estos dos tipos de personas resultan más atractivas? la gente que protagoniza el experimento admite que el ganador es la persona más competente, sin embargo, se le pregunta también ¿Qué tan atractiva encuentra a la persona competente? La persona competente es considerada como mucho más atractiva. Si este fuera el final de la historia sería aburrida y predecible, pero los participantes escuchan grabaciones de gente competente y mediocre pero uno de los competentes comete un error, es bueno pero no infalible, y éste es el ganador definitivo.
Atractivo físico
No nos gusta creer que el atractivo físico es tan importante, nos resulta injusto. En diferentes encuestas que evalúan las características importantes en las relaciones amorosas, los encuestados ponderan la calidez, la sensibilidad, la inteligencia, la compasión, el sentido del humor, pero también es relevante la apariencia. Lamentablemente, la última de las cualidades encabeza la lista en orden jerárquico para efectos del comienzo de una relación. La buena noticia es que aquello que logra que las relaciones perduren es menos superficial. Pero ¿Por qué nos es tan importante el físico? Elliot Aronson, la persona que hizo el experimento "Pratfall", hizo un buen experimento a partir del atractivo físico: y se le llama “La peluca Crespo". Elliot invitó a una de sus becarias como cómplice, se trataba de una joven muy atractiva, el experimento se condujo dos veces, en una la joven se presentó a los participantes tal como era y en la otra, se le arregló para restar su atractivo con ropa desaliñada, mal maquillaje y una peluca rizada. La peluca rizada es lo más memorable, incluso dio nombre al experimento. La chica se hacía pasar por una psicóloga clínica que entrevista participantes masculinos para darles evaluaciones de personalidad. La mitad de los sujetos reciben una evaluación favorable y la otra a mitad, una evaluación desfavorable.

¿Cuál fue la respuesta de los participantes? Cuando la muchacha se presentó atractiva quedaban encantados con el resultado aún cuando el dictamen de su persona fuese desfavorable. Cuando se presentó desaliñada y de peluca no importó qué información diera, los participantes la encontraron desagradable.
Reciprocidad o el efecto pérdida / ganancia
Somos sensibles a los cambios, así que nos estimulan las relaciones que van de menos a más, o que involucran ganancia y pérdida ¿Cómo se reporta esto en el amor? es muy atractivo para nosotros ir ganando paulatinamente el favor, o cierto poder sobre la persona amada, la psicología le llama el "efecto de ganancia", lo interesante es que hay también un efecto de pérdida. La gente que realmente nos hacen daño no es quien siempre nos rechaza, más pronto que tarde este tipo de personas nos aburren porque no hay reciprocidad alguna, y la verdad es que nada puede hacerte daño, como la persona que amas y te ama. Sólo te puede dañar la persona que amas porque de ella se espera una respuesta positiva. El que realmente no nos ama mucho, pero luego empieza a mostrar que nos ama, se vuelve una poderosa influencia.
Refuerzo de la excitación
El último conjunto de estudios se llama las "Emociones" de Singer” y prueba la importancia de la excitación. Este es un fenómeno de la falsa atribución de las causas de la excitación. Te sientes fisiológicamente excitado pero no estás completamente seguro del por qué, y hay que inventar una explicación para ello. Puede uno atribuirle falsamente a la excitación causada por algo diferente al amor, sentimientos inexistentes, pero en aras de la claridad vamos a hacer un experimento mental. Una simple amiga por quien no sientes atracción, ni ella por ti, te invita a tomar un café a Starbucks y te pide: "Me traes un descafeinado porque es un poco tarde y quiero dormir temprano." Y tú le dices: "Está bien. Lo que quieras." Ella dice: "Quiero un moca blanco expreso doble descafeinado. Al ir por las bebidas, el barista se equivoca utiliza café con cafeína, pero nadie se percata. Los amigos comienzan una agradable conversación, de regreso a casa tu acompañante te mira y dice: "Me siento un poco rara. " ¿Qué está sucediendo realmente? Su corazón late más rápido, las palmas de sus manos empiezan a sudar, su respiración se acelera. "No me he sentido así en mucho tiempo." Dice. No puede ser el café, era descafeinado. ¿Qué podría ser esto? Y ella se da vuelta y te dice:" Me siento como enamorada”. Ésa es la idea de falsa atribución.
En 2007, se llevó a cabo un experimento, donde a algunos varones en un laboratorio se les pidió mirar páginas centrales de la revista Playboy. Mientras miraban fotografías de mujeres desnudas usaban auriculares que amplificaban su latido y se les pidió, entre otras cosas, que trataran de decidir cuál de las fotografías les resultaba más atractiva. Tramposamente, el psicólogo que conduce el experimento les pone a escuchar latidos de corazón falsos, es decir no son suyos, y de modo manipulador sube la frecuencia en una fotografía al azar ”Ella es la mujer con la que quiero casarme" concluyen los participantes y lo que ha sucedido es que están usando esta señal corporal de los latidos del corazón para inferir que eso es lo que les resulta más atractivo.
Estos experimentos dicen algo interesante sobre la facilidad con que podemos ser engañados, e incluso de aquellos que vienen de nuestro propio cuerpo, pero las implicaciones son más serias, tienen que ver con la violencia y el abuso. A veces las personas no se dan cuenta de que la relación en que están es abusiva – ya sea psicológica o emocionalmente – mientras se ven involucrados en pleitos, gritos e insultos, incluso violencia física, sienten cierta excitación y pueden atribuirla erróneamente a condiciones amorosas.
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