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Regina Freyman

Narrativas de paz: Imanol Zubero


¿Y usted qué cuentos se cuenta antes de dormir? Le pregunto a Imanol Zubero, sociólogo, profesor y senador en las Cortes Generales de España por Vizcaya por el Partido Socialista de Euskadi, en el cargo desde el 9 de marzo de 2008. Uno de los promotores de Gesto por la Paz.


Yo, prefiero que me los cuenten, mis favoritos son los que me cuenta mi pequeña hija.

Le pregunto esto porque han sido dos conceptos destacados: deliberar y narrativa, con los que se dirige a su audiencia, un grupo de profesores del sistema TEC de todo el país que venimos a tomar un curso sobre ética argumentativa a la Universidad de Deusto.


Mi obsesión con las palabras me recuerda que deliberar, por origen, consiste en pensar con intensidad. Deliberación en el discurso publico, es la frase que se repite una y otra vez, las realidad social se fundamenta en diálogo, construimos la realidad narrativa luego la fundamentamos, nos recuerda Imanol, pero advierte que esto ha desvirtuado, la deliberación pública abandona el campo de lo ético hacia lo técnico y la narrativa se reduce al storytelling político, suerte de hechizo que se utiliza hasta la perversión:


1. Se crea el personaje, un héroe moderno, el story line

2. Se construye el marco o contexto, el framing

3. se dota de narración que suscite impacto y con ello se establece una agenda

4. luego se eligen medios y procedimientos, el networking


¡Y voilà a seducir al elector!


Lamenta que siendo los partidos políticos quienes debieran impulsar la deliberación, no lo hacen frenados por tres obstáculos mal comprendidos: lealtad, disciplina e ideología; se llega a un paradoja, en un ambiente donde la democracia moderna promueve la participación social pero fracasa al motivarla. Un mundo donde se afirman las individualidades y los poderes salvajes, cuando se debería hablar de convicciones comunes en pro de la interacción pública y la búsqueda del bien común. La esencia de la democracia es la deliberación, la racionalidad dialógica, el debate de preferencias éticas y cuestiones morales. Implementar la autoheterodoxia y el antidogmatismo, sobretodo ante los dogmas propios, tener la capacidad de distanciamiento irónico. Debemos aportar nuestras convicciones en un lenguaje narrativo sustentado en la ética la moral. Pronuncia que las más urgentes son la búsqueda de la Justicia universal, combatir la miniaturización del nosotros, es decir la exclusión que debe responder con un nacionalismo moral y con fronteras éticas.


Nuestro mundo multicultural es una ficción lo que subyace bajo la etiqueta es un multicomunitarismo, la verdadera pluralidad debe promover la contaminación cognoscitiva. Alude a Richard Bernstein, el gran reto de la humanidad no es el choque de civilizaciones sino de mentalidadesatraídas por los absolutos, a lo que debiéramos responder con la humildad de no proclamar certezas despóticas.

La batalla que se libra actualmente no es entre creyentes.


Admite que concuerda con el filósofo Zygumt Bauman acerca de habitar un mundo líquido donde todo se diluye y va de paso, pero entonces nos recuerda que hubo un tiempo en que solíamos caminar sobre las aguas. Su lenguaje es altamente seductor y metafórico, un político que construye una narrativa de paz, conciliación y mutuo reconocimiento, sigue por el sendero de las imágenes de agua, cunado nos invita a pensar en el nosotros, el mundo entero somos un barco, para navegar debemos estibarlo bien y luego moverse siempre ante las corrientes y mareas en busca del equilibrio, en toda deliberación siempre hay un ausente, nuestra obligación es hacerlo presente.


Hoy estoy ausente a un día de las elecciones en mi país, yo no pido que nadie vaya a decir un dos tres por mí, sino que respete sus convicciones que opte por la paz ante los resultados porque serán decisión de la mayoría que habitamos, mayoría no es un vocablo ajeno que nos excluya es un concepto que nos atañe y nos implica, nos compromete. Nuestras instituciones son construcción de la participación ciudadana si no creemos en ellas, si maldecimos a las entidades colectivas estaremos condenados a ahogarnos en soledad por la ola gigante del individualismo. Somos las historias que contamos, podemos tener aspiraciones pequeñas e inútiles de fábula con un final feliz de slogan publicitario o propagandístico o podemos admitir que somos la novela compleja que construimos todos, no hay final feliz hay narrativa interesante, bien construida, que busca reflejar aquello de humano que nos distingue. Y tú ¿qué cuentos políticos te cuentas últimamente?



Regina Freyman

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