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Regina Freyman

Borges en El origen

Saito: Si tú puedes robar una idea de la mente de otro, ¿por qué no puedes implantar una? Arthur: Bueno, aquí estoy yo implantándote una en tu cabeza. Te digo: "No pienses en elefantes". ¿En qué estas pensando? Saito: Elefantes. Arthur: Correcto. Pero no es tu idea, porque sabes que yo te la di. La mente del sujeto siempre puede rastrear el origen de la idea. La verdadera inspiración es imposible de falsificar. “El origen”.



Christopher Nolan conocido por películas como “El gran Truco” (The Prestige, 2006) y las adaptaciones de las últimas dos películas de Batman: “Batman Inicia” (Batman Begins, 2005) y “El Caballero de la Noche” (The Dark Knight, 2008), confiesa abiertamente ser admirador de Borges, los mundos narrativos de este autor son como espacios oníricos, mundos que tienen sus propias reglas. Podemos especular que las palabras del escritor se sembraron como ideas en la mente de un cineasta y el resultado es una película que se llama “El origen”. La parodia es un gran homenaje, y Nolan crea una obra magistral al tiempo que acusa, como pensaría Borges, la importancia de los predecesores. El director hace alusión a los grandes temas borgeanos: el sueño, el laberinto y los trascendentales problemas del ego.

La figura del laberinto es, generalmente, la cartografía de los mundos de Borges y su muy personal forma de representar al impensable infinito. Nolan hace de los mundos oníricos un laberinto y necesita una arquitecta de estos espacios para que le ayude a cumplir con una misión especial, ella se llama Ariadna, como la legendaria hija del rey Minos que ayudó al héroe Teseo a escapar del laberinto y matar al temible minotauro. Aquí no hay un minotauro, en el centro del laberíntico y tortuoso subconsciente del protagonista, Cobb, se esconde una idea que lo tortura, una idea que lo tiene preso y le impide volver a casa con sus hijos.

Cobb es un especialista en el robo de secretos, un espía de subconscientes ajenos, se introduce en los sueño de su víctima. Su asombrosa habilidad le convierte en un fugitivo de fama internacional y le cuesta todo lo que siempre apreció. Ahora le ofrecen una posibilidad de redención, un último trabajo, que le puede devolver su vida, debe "...en vez de sacar una idea, debe plantar una". Implantar (originar) una idea, algo que Cobb ya hizo (ése es su gran pecado). Saito, quiere implantar una idea a su rival de negocios Robert Fischer para disolver su poderosa corporación. Para implantar se requiere imaginación, introducir una idea sencilla, para que crezca naturalmente, es un arte sutil. De tener éxito, podría ser el crimen perfecto. Para eso recurre a la joven Ariadna para que construya el laberinto que utilizarán en la misión. La tesis que Nolan presenta se expresa en uno de los diálogos de su película: "¿Cuál es el parásito más resiliente?” Una idea responde Cobb. Al igual que en Shutter Island, Nolan exhibe en profundidad los vericuetos de la mente y los juegos que ésta nos puede jugar.

La casa de Asterión es el primer cuento de Borges que referiremos como influencia de “El origen”, en él, el viejo mito griego del minotauro es contado de modo distinto, Asterión, nombre de la mítica bestia, cuenta su propia historia, relativiza el papel del héroe y el tirano, un tema recurrente en Borges. Asterión habla de su cautiverio en el laberinto en términos oníricos:

A cualquier hora puedo jugar a estar dormido, con los ojos cerrados y la respiración poderosa. (A veces me duermo realmente, a veces ha cambiado el color del día cuando he abierto los ojos). Pero de tantos juegos el que prefiero es el de otro Asterión. Finjo que viene a visitarme y que yo le muestro la casa. Con grandes reverencias le digo: ahora volvemos a la encrucijada anterior o ahora desembocamos en otro patio o bien decía yo que te gustaría la canaleta o ahora verás una cisterna que se llenó de arena o ya verás cómo el sótano se bifurca. A veces me equivoco y nos reímos buenamente los dos. ("La casa de Asterión").

Otra idea importante que se trasluce de este cuento es la de que un hombre es todos los hombres, que mientras dormimos aquí, estamos despiertos en otro lado, que unas veces se es el lector y otras el autor, así creador y creación, son como el anverso y reverso de una moneda: "Quizá yo he creado las estrellas y el sol y la enorme casa, pero ya no me acuerdo. ¿Cómo será mi redentor?, me pregunto ¿Será un toro o un hombre? ¿Será tal vez un toro con cara de hombre? ¿O será como yo?" dice Asterión.

El mismo Asterión habla de su desdoblamiento al aludir a un otro, al que le muestra la casa, esa casa que por cierto y desde el simbolismo mítico griego, no es otra que el laberinto cósmico, el minotauro representaba al sol, y toda esta historia intentaba explicar los ciclos solares. Borges recurre constantemente al tema del doble, un cuento emblemático en ese sentido es el de "El otro" donde un joven Borges y un viejo Borges se entrevistan a las orillas río Charles o del Ródano, dos aguas se yuxtaponen, se mezclan dos tiempos: "El agua gris acarreaba largos trozos de hielo. Inevitablemente, el río hizo que yo pensara en el tiempo. La milenaria imagen de Heráclito. Yo había dormido bien…". Podemos notar en esta cita la primera alusión al sueño, al agua y al hielo, igual que en el mundo de “El origen” como metáfora del inconsciente y el tiempo. La duda sobre la veracidad del extraño suceso alude al sueño:

-Si esta mañana y este encuentro son sueños, cada uno de los dos tiene que pensar que el soñador es él. Tal vez dejemos de soñar, tal vez no. Nuestra evidente obligación, mientras tanto, es aceptar el sueño, como hemos aceptado el universo y haber sido engendrados y mirar con los ojos y respirar...El encuentro fue real, pero el otro conversó conmigo en un sueño y fue así que pudo olvidarme; yo conversé con él en la vigilia y todavía me atormenta el encuentro. ("El otro").

Del mismo modo, en la película de Nolan el sueño y la vigilia se separan por una tenue frontera, lo que pasa de un lado del río de la conciencia, repercute del otro. En la primera escena y en la última, podemos ver al joven personaje de Leonardo DiCaprio tener una conversación con su anciano alter ego (Saito), justo como en el cuento de Borges.

Retomemos por un momento la idea de sueño y creación, en Las ruinas circulares, otro cuento de nuestro autor, el objetivo del protagonista es claro: "El propósito que lo guiaba no era imposible, aunque sí sobrenatural. Quería soñar un hombre: quería soñarlo con integridad minuciosa e imponerlo a la realidad".

Dom Cobb quiere entrar al sueño para manipular las decisiones y cambiar el curso de la realidad. Al mismo tiempo todo su laberinto emocional se desenrolla en torno a una obsesión, (quizás el nombre Dom sea una variante de condenado doomed en inglés) su mujer aparece como lo deseado y lo eterno. En "Las ruinas circulares", Borges parece decir que la consciencia de nuestra vida no es más que el sueño de un ser superior, la existencia de una serie infinita y encadenada de soñadores, el desconocimiento de nuestro origen. Los personajes de la película aclaran que nunca se puede recordar el principio de los sueños. Es importante distinguir en la película varios niveles de la trama más allá del sueño dentro del sueño y éste dentro de otro:

-Una estafa: un hombre de negocios que contrata expertos en sueño para acabar con su rival. Los originadores de ideas deben hacer que el heredero de la compañía destruya el imperio de su padre. Implantar ideas antimonopolio, es lo primero que se les ocurre, pero optan por manipular algo más simple, la relación sentimental que tiene mayor repercusión en las decisiones humanas, abordar la relación con el padre, la ruptura generacional, lo harán creer que su padre está decepcionado por su falta de iniciativa, por no haber podido crear un imperio por sí mismo. Necesitan diez horas, porque deben intentar crear un sueño dentro de otro y éste a su vez dentro de un tercero.

Los soñadores deben idear un tótem, un símbolo de identidad que sea un recordatorio de la realidad, en el cuento "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius" un objeto similar aparece, el cono de Tlön podemos imaginar que es como el tótem de Mal, y en el cuento de Borges es un intruso que acredita la existencia de una nueva realidad. Minúsculo pero de peso insoportable. En la primera escena de la película cuando Saito anciano habla con Cobb, éste gira el tótem y Saito le dice: "Sé lo que es esto, ya había visto esto hace muchos años. Le pertenecía a un hombre que conocí en un sueño mal recordado". Por cierto, que el de Ariadna es un peón del ajedrez, juego que es un símbolo y tema recurrente en las ficciones del autor argentino.

Como ya señalamos sembrar una idea es una intención que aparece en "Las ruinas circulares", donde un hombre intenta crear un hombre a partir de sus sueños, soñar cada órgano e imponerlo en la realidad. La única prueba de su irrealidad es que el fuego no les hace daño. La recurrencia del sueño es confusa, nadie sabe quién es el soñado o el soñador.

-Una historia de amor, un hombre busca, por un lado, volver a ver a sus hijos y por otro, cumplir la promesa que le hiciera al amor de su vida: envejecer juntos. Mal es esposa de Cobb, ambos crearon un mundo en sueños y se exiliaron ahí voluntariamente por años; Cobb siente que deben volver a la realidad, Mal insiste que ésa es la realidad, él la convence y despiertan. Pero ella duda, dice que están presos de un sueño y la única forma de despertar es morirse. Cobb ha roto la regla más importante, mezcló sueños con recuerdos, recuerdos de los que se arrepiente y quiere cambiar: "Nunca recrees lugares de tu memoria, imagina lugares nuevos, sólo usa detalles, porque crear un lugar de tu memoria es la forma más fácil de dejar de distinguir entre realidad y sueño". Ser una amante es ser la mitad de una entidad, está atrapado en su laberinto emocional, en un sueño porque "en mis sueños aún estamos juntos" le dice a Ariadna, la única que conoce su drama y que, como el legendario personaje, le ayuda a salir de su laberinto. Mal repite un acertijo: "Estás esperando un tren, un tren que te llevará muy lejos. Sabes a donde quieres que te lleve el tren, pero no estás seguro. Aún así, no importa porque estaremos juntos". Ella le pide a Cobb un salto de fe que él no da cuando, pensando estar presa de un sueño, decide suicidarse. La cuestión la señala Saito refiriéndose aparentemente a otra cosa: "¿quieres dar un salto de fe? ¿O volverte un hombre viejo, lleno de resentimiento, esperando a morir solo?"

El Aleph es el universo comprimido, esfera mínima que muestra todos los tiempos y todas las cosas. Un todo caótico que suscita el horror y precisa el olvido. Un laberinto ensoñado. Este mundo, podemos especular, es la creación de dos hombres en duelo por la muerte de su amada Beatriz Viterbo. Cobb habita el Limbo de los vestigios de un mundo creado por los amantes.

-Un crimen, Cobb es acusado de matar a Mal (ella encarna el Mal que lo aqueja). Mal creía que dormían y que la única forma de volver a la realidad y a sus hijos, era suicidándose, urde un plan para obligar a Cobb a acompañarla en esta empresa, ya que él duda, deja a un abogado una carta inculpatoria, señala que Cobb la mató y pide que la custodia de sus hijos le sea negada. Mal se avienta al vacío, Cobb no, es preso de su culpa, no la del supuesto asesinato, sino de haber implantado la idea en ella de que vivía en un sueño para obligarla a despertar, pero al hacerlo, la idea persistió, seguía creyéndose presa de un mundo onírico. ¿Quién es el Minotauro y quién el héroe? ¿Quién es el culpable? ¿Dónde comienza la realidad y termina el sueño?

Esta relativización es propia de los mundos de Borges, en Tres versiones de Judas se redime al traidor por antonomasia y se le señala como el verdadero salvador. Lo mismo que el Minotauro en "La casa de Asterión", es la verdadera víctima de un mal Teseo, o acaso, son uno y el mismo ¿Es Mal un ente real o una proyección de la mente de Cobb? ¿Mal es la víctima o la victimizada? ¿Esta película es el sueño de Cobb o estamos presos en los mundos de Mal?

La película, como "El jardín de los senderos que se bifurcan" presenta vericuetos complejos, un sueño lleva a otro y éste tiene uno dentro. De la forma en que los tiempos se bifurcan en el cuento de Borges, los niveles de sueño y los soñadores son confusos en la película de Nolan: Creía en infinitas series de tiempos, en una red creciente y vertiginosa de tiempos divergentes, convergentes y paralelos. Esa trama de tiempos que se aproximan, se bifurcan, se cortan o que secularmente se ignoran, abarca todas las posibilidades. No existimos en la mayoría de esos tiempos; en algunos existe usted y no yo; en otros, yo, no usted; en otros, los dos. ("El jardín de los senderos que se bifurcan").

Las alusiones a la pintura de Escher son copiosas, su obra ha sido comparada a la de Borges infinidad de veces y los escenarios del origen están inspirados en sus ilusiones gráficas. Los expertos soñadores en la película, fueron entrenados en el ejército para construir laberintos oníricos, escenarios confusos de espejos y paisajes imposibles. La escalinata infinita que Arthur muestra a Ariadna se atribuye a las ilusiones dibujadas por M.C. Escher. Del mismo modo que el personaje Robert Fischer Jr. fue nombrado en honor del jugador de ajedrez Bobby Fischer, su padre es llamado Maurice Fischer, toma este nombre como tributo al artista.

El Borges que cada vez conozco mejor, el que se implantó en mis lecturas es, en el fondo, un hombre que nos recomienda aceptar aquello que es, sus fantasías, sus ficciones parecen alertarnos sobre el hybris, la soberbia de querer que los acontecimientos se ciñan a nuestros deseos. El protagonista de casi todas sus historias se obsesiona con un objeto mágico o con un prodigio: la inmortalidad, el infinito expresado en un libro, la memoria infalible, detener el tiempo, etcétera. El héroe consigue su deseo y se percata de que es una condena, de que las cosas deben ser como eran. Me parece que Nolan traduce esta idea en la constante presencia de la canción de Edith Piaff "No me arrepiento de nada", "Non, je ne regrette rien", que se usa como detonador de la trama. La música anuncia que el sueño está por terminar.

Jugar con el tiempo es un artificio de Borges, por ejemplo, en "El milagro secreto", el protagonista, frente al paredón pide a dios que detenga el tiempo de modo que pueda terminar una tragedia que escribe, se llama Los enemigos. La bala viaja para aniquilar al dramaturgo justo cuando el milagro es concedido, todo se detiene, en la mente del personaje fluye el año de gracia. Asimismo, en “El origen” los desfases temporales son parte importante de la trama, cinco minutos reales son una hora de sueño. La historia dentro de la historia, la tragedia de Los enemigos dentro de "El milagro secreto" es sospechosamente parecida al conflicto entre Saito y Fisher: habla de un soñador que soñó con un largo ajedrez disputado por dos familias ilustres (en este caso dos corporaciones); "Jaromir (en el sueño) era el primogénito de una de las familias hostiles; en los relojes resonaba la hora de la impostergable jugada; el soñador corría por las arenas de un desierto lluvioso y no lograba recordar las figuras ni las leyes del ajedrez".

Como hemos insinuado, el centro de este laberinto, el verdadero conflicto es emocional. Cobb está atrapado en el limbo que construyeron Mal y él, su ilusión es volver a casa y poder ver a sus hijos, estos aparecen de modo recurrente, pero no puede verles el rostro. Es hasta la última escena que los niños, como si fueran la salida de este tortuoso laberinto, por fin muestran la cara. La duda queda abierta pues el tótem de Cobb, antes de Mal, queda en la mesa girando; Nolan deja gravitando la idea relativa de quién sueña a quién, los espectadores salimos de una sala de cine hacia nuestra realidad, pero hemos visto un sueño dentro de una supuesta realidad narrativa o es acaso que tal cosa no existe. Quizás quiera insinuarnos, tal como lo hiciera Borges en "Las ruinas circulares", que también somos una apariencia, que otro está soñando.

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